La situación "espantosa", que viven los
cerca de 400 vecinos por la crecida del río Guadalquivir a su paso por
Coto Ríos y la Loma de María Ángela parece que mínimo continuará hasta
mañana, según ha manifestado José Palomares, concejal del Ayuntamiento
de Santiago de Pontones, que ha trasladado su preocupación porque "la
única vía de salida que tiene Coto Ríos, la pista forestal, está
completamente intransitable debido a los trabajos forestales que se
están realizando en la zona".
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DESALOJOS
Los campings de la zona, el campo de fútbol y los quioscos que hay cerca del río son los que peor parte se han llevado. Al colegio, el agua ha llegado hasta la puerta pero por suerte no ha entrado. De los tres campings, el de Los Llanos de Arance, ha sido el más perjudicado y han tenido que desalojarlo durante la madrugada "porque había acumulado hasta un metro de altura de agua", según ha indicado, y "los turistas tuvieron que ser reubicados en hoteles de la zona". Un camping, que además todavía puede recordar, que hace algo más de 10 años unas lluvias torrenciales se llevaron por delante las caravanas hasta el río. Una situación extrema, que obligó a hacer cabañas para que la gente estuviera más segura.
Los campings de la zona, el campo de fútbol y los quioscos que hay cerca del río son los que peor parte se han llevado. Al colegio, el agua ha llegado hasta la puerta pero por suerte no ha entrado. De los tres campings, el de Los Llanos de Arance, ha sido el más perjudicado y han tenido que desalojarlo durante la madrugada "porque había acumulado hasta un metro de altura de agua", según ha indicado, y "los turistas tuvieron que ser reubicados en hoteles de la zona". Un camping, que además todavía puede recordar, que hace algo más de 10 años unas lluvias torrenciales se llevaron por delante las caravanas hasta el río. Una situación extrema, que obligó a hacer cabañas para que la gente estuviera más segura.
En la Loma de María Ángela también esta
madrugada ha habido que desalojar a un matrimonio que no podía salir de
su casa porque "la fuerza del agua les impedía abrir la puerta", ha
asegurado Palomares.
Así las cosas, la preocupación continúa y los vecinos están pendientes del cielo.
