Poco antes de las 11.00 horas de esta mañana, una treintena de buzos reanudaba búsqueda de los cuerpos de los tripulantes desparecidos, ahora cuatro.
Los restos del gallego Lucas José Mayo Abeijón reposan al fin junto a los suyos. Los buceadores localizaron ayer al primer marinero en el interior del "Santa Ana". El cadáver fue localizado en la sala de descanso del buque y los equipos de rescate confían en localizar a los otros cinco desaparecidos en el interior de los camarotes, donde aún no han conseguido entrar. El acceso a los dormitorios del mercante se antoja complejo: muebles, enseres varios, aparejos y unas 2.500 cajas para guardar el pescado flotan en el interior del pesquero siniestrado.
Como cada mañana, el operativo se inició al amanecer, si bien las inmersiones no comenzaron hasta las once. Los equipos de rescate tenían previstas dos operaciones simultáneas de acceso al buque (la entrada por la puerta situada en la parte de popa del puente estaba impracticable), pero finalmente consiguieron entrar por una nueva vía. Accedieron por una escotilla que se encuentra entre los dos carreteles (rulos donde se recogen las redes) y que da acceso al parque de pesca (donde se guardan las cajas y los útiles). A través de esa ruta lograron acceder a una sala que se encuentra entre la cocina y el comedor del "Santa Ana", y donde reposaba el cuerpo de Lucas José Mayo, de 33 años y vecino de la localidad coruñesa de Muros. Los rumores de la localización de un cadáver comenzaron en Peñas en torno a la una de la tarde, si bien las fuentes oficiales fijan a las 14.40 horas la recuperación del cadáver. De forma inmediata comunicaron el hallazgo a los familiares, que desde el día del naufragio esperan que el mar les devuleva a los suyos.
Los trabajos submarinos prosiguieron a lo largo de toda la jornada y no se vieron truncados hasta las cinco de la tarde, cuando uno de los buceadores del GEAS (formaba parte del último equipo que iba a operar) sufrió un accidente en el interior del pecio que obligó a suspender la operación. La caída de una placa sobre la mano del buceador obligó a su evacuación en helicóptero. "En un principio se temía la amputación de los dedos, pero afortunadamente lo están operando en estos momentos y parece menos grave de lo que estimábamos", señaló en rueda de prensa pasadas las ocho de la tarde el capitán Emilio González.
González y el jefe de de la división de operaciones de Sasemar, Jaquín Maceiras, explicaron que los trabajos se retomarán a las diez de esta mañana y "en el mismo punto donde se dejaron hoy" (por ayer). "Estamos trabajando en la parte del barco en la que creemos que hay más posibilidades de que estén los tripulantes. En el puente de mando y en el parque de pesca hemos comprobado que no hay nadie. Estamos hablando de zonas confinadas y llenas de material. Además el barco está en una posicion prácticamente vertical, los pasillos son estrechos y hay presión", explicó.
Los equipos de rescate confían en que los cinco tripulantes que continúan desaparecidos (Manuel María Tajes Lestón, Suherman, Víctor José Farinhas Braga, Wasito y el asturiano Marcos del Agua Chacón, alumno en prácticas) se encuentren en los camarotes del arrastrero, que cuenta con cinco dormitorios, dos baños, un comedor y una pequeña cocina, espacios todos estos conectados por un pasillo. Para acceder a ellos, los buzos tienen que limpiar previamente ese pasillo. "La operación de limpiar es muy tediosa y tiene muchos riesgos, como quedó demostrado con el accidente de hoy (por ayer); por eso va despacio", aclaró Maceiras.
El arrastrero zarpó del Puerto de Avilés pocos minutos después de las cuatro de la madrugda del lunes con unas 2.500 cajas para almacenar la xarda que estaban apiladas en el parque de pesca. "Se han desplazado, están flotando, prácticamente hay que retirarlas una por una", aclaró el capitán González para ejemplificar la complejidad de los trabajos submarinos.
Que los cinco tripulantes que continúan desaparecidos se encuentren en los camarotes es sólo una hipótesis. De hecho, a la vez que se desarrollan las operaciones en el pecio, el rastreo se realiza también a diario por tierra y aire. "Cada día se amplía la zona de búsqueda", añadió Maceiras. En la jornada de ayer se incorporó al operativo el avión "Sasemar 102" de Santiago, que se suma al "Helimer 203", al "Cuco" de la Guardia Civil y al helicóptero de Bomberos de Asturias. Las aeronaves rastrearon ayer la zona comprendida entre la playa de Bayas (Castrillón) y la costa de Villaviciosa. Las previsiones meteorológicas indican que las condiciones óptimas de buceo se mantendrán hasta el martes.
