Tres buzos del Grupo de Actividades
Subacuáticas de La Guardia Civil se han sumergido de nuevo en el entorno
de la isla de La Erbosa, en el Cabo Peñas, para inspeccionar el Santa
Ana. El estado de la mar es complicado en la zona y en un principio la
inmersión no estaba programada pero finalmente tres de los especialistas
llegados hoy desde de Madrid han decidido lanzarse al agua.
Esta mañana un equipo de seis buceadores de Salvameno Marítimo ha realizado una primera inmersión en torno al pecio del pesquero "Santa Ana" para evaluar la situación del mismo y determinar las acciones a llevar a cabo.
Los trabajos de rescate se centran ahora en estabilizar el barco. El operativo está valorando pasar un cabo por la gatera que sobresale en la proa. Una vez enganchado, sería arrastrado por el guardamar Concepción-Arenal para estabilizarlo.
Salvamento Marítimo reconoce que las operaciones en el casco del pesquero son muy complejas puesto que la visibilidad en la zona de inmersión es muy reducida. Además, añade, la aproximación de los buceadores al arrastrero es peligrosa por las fuertes corrientes y aparejos que rodean al pecio, y al continuo balanceo por
la acciones de las rompientes. Se está balizando el fondo, que tiene
muchas "restiñas", para analizar, en caso de remolque, por donde
sacarlo.
Ya están en Asturias los 14
buceadores de los GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas)
especialistas en intervenciones en espacios confinados, que
según las previsiones intervendrán mañana con los buceadores de
Salvamento Marítimo. El Equipo de Buceo Técnico Avanzado a Gran
Profundidad de la Guardia Civil estará dotado de un robot de exploración y una cámara hiperbárica móvil.
El
grupo de alta especialización, creado en 2010, está compuesto por
expertos en buceo a gran profundidad destinados en los GEAS de
Barcelona, l'Estartit (Girona), Madrid, Valladolid y Huesca, y son los únicos submarinistas capacitados para bajar a 100 metros de profundidad.
Para ello utilizan en las botellas una mezcla de tres gases, oxígeno,
nitrógeno y helio, que les permite estar quince minutos en grandes
fondos. Además, cuentan para sus operaciones con una cámara hiperbárica
móvil y un robot de exploración.
Se trata del mismo equipo que llevó a cabo las labores de recuperación de los tripulantes del ultraligero desaparecido el pasado 22 de diciembre y que fueron localizados el 12 de enero sumergidos a 87 metros de profundidad en aguas de la provincia de Girona.