Una mochila con documentación hallada en las
inmediaciones confirma que el cuerpo pertenece a uno de los dos
tripulantes que seguían desaparecido.
El cadáver de uno de los dos marineros del pesquero Santa
Ana que continuaban desaparecidos tras el naufragio del pasado 10 de
marzo, en el que murieron ocho personas, fue encontrado ayer en una
playa del municipio de Suances, a 80 millas náuticas del lugar en el que
se produjo el hundimiento en aguas de Asturias.
Fue un vecino del pueblo el que descubrió el cuerpo entre
las piedras de un acantilado de Tagle. La Guardia Civil encontró más
tarde en las inmediaciones una mochila con documentación que vino a
confirmar las sospechas que se tenían desde el primer momento. Según
fuentes de la investigación, «es uno de ellos», aunque el avanzado
estado de descomposición del cuerpo impide aseverar si se trata del
gallego Manuel María Tajes o del portugués Victor José Farinhas. «Su
identidad se determinará una vez que se le practique la autopsia», según
las mismas fuentes, que ayer a última hora confirmaban la teoría de que
las corrientes pudieron trasladar el cuerpo hasta esta zona de la costa
cántabra, situada a 80 millas náuticas (unos 145 kilómetros) de Isla
Erbosa, frente al Cabo Peñas, zona en la que tuvo lugar el trágico
naufragio en el que solo uno de los nueve tripulantes salvó la vida.
Fue alrededor de las tres de la tarde de ayer cuando Manuel
Antonio Ceballos, un constructor de Tagle, salió a dar un paseo por la
playa con la intención de «comprobar el efecto de los temporales, ver
cómo había quedado después de que las olas se llevaran toda la arena»,
contó. Se dirigió caminando hasta el acantilado y se asomó. «Vi algo
extraño entre las piedras y bajé a curiosear», relató. La marea estaba
baja en esos momentos y al acercarse a ese «bulto» que había observado
desde arriba, vio que se trataba de un cadáver, que estaba «sin ropa,
hinchado, en estado de descomposición. Parecía corpulento y de mediana
edad».
Manuel Antonio llamó a la Policía Local de Suances y
también a la Guardia Civil, que desplazó a la zona a agentes de Suances,
Santillana del Mar, la patrulla fiscal de Polanco y la Policía Judicial
de Torrelavega. Custodiaron el cuerpo hasta que llegó la autoridad
judicial y se autorizó el levantamiento del cadáver.
La forense que lo examinó en la playa solamente confirmó
que se trataba de «un varón». El mal estado del cuerpo también impedía
en ese momento aproximar la edad que pudiera tener. Sobre las 17.30
horas los agentes trasladaron el cuerpo hasta el aparcamiento de la
playa, donde esperaba un coche fúnebre para llevarlo hasta el Instituto
Anatómico Forense del Hospital Valdecilla, donde hoy se le practicará la
autopsia.
Hace una semana que el dispositivo de búsqueda de los
marineros desaparecidos del Santa Ana ya se extendió a la costa de
Cantabria, una vez que los buzos dieron por concluido el rastreo del
pecio. El pasado miércoles, día 19, cuando se confirmó que dentro del
barco no había nadie, el Grupo Especial de Actividades Subacuáticas
(GEAS) de la Guardia Civil y la Sociedad de Salvamento y Seguridad
Marítima (Sasemar) extendieron el radio de acción siguiendo las
corrientes marinas hasta la zona de Unquera, ampliando cada día los
límites de un dispositivo que ocupa a decena de efectivos, medios aéreos
y embarcaciones.
Con la aparición de este séptimo cadáver, el rastreo para
encontrar al último tripulante del Santa Ana es de prever que se
centrará en esta zona de la costa cántabra.