Las autoridades estadounidenses han elevado este domingo a 21 el número
de fallecidos a causa del deslizamiento de tierras registrado la semana
pasada en el estado de Washington.
Un total de 15 de las víctimas han sido identificadas por las
autoridades sanitarias del condado de Snohomish, según ha indicado Jason
Biermann, uno de los directores del Departamento de Gestión de
Emergencias del condado.
"Las condiciones en la zona son difíciles y es momento de cuidar a
los perros", ha dicho una portavoz del equipo que trabaja en la zona
este del deslizamiento, después de que los equipos de rescate hayan
concedido unas horas de descanso a los perros de rastreo.
La cifra de desaparecidos, que llegó a ser de 176, fue rebajada a
30 durante la jornada del sábado, después de que las autoridades locales
indicaran que se habían registrado varias duplicaciones de nombres.
Los trabajos se centran en los "vacíos" donde podría haber
suficiente espacio y aire para que una persona sobreviviese durante
varios días. Los equipos de búsqueda utilizan desde el pasado martes una
tecnología capaz de localizar señales de tecnología móvil.
Ese mismo día, el director de Emergencias del Condado de Snohomish,
John Pennington, aseguró que las personas que vivían en la pequeña aldea
que ha sido destruida por completo tras el deslizamiento de tierra ya
sabían que existía un "alto riesgo" de que se produjese un suceso como
el que tuvo lugar el pasado sábado.
El deslave ha tenido unas dimensiones que han alcanzado los 41
metros de ancho y 54 de profundidad. Las autoridades estatales han
apuntado a las recientes lluvias torrenciales como la principal causa
del deslizamiento de tierras.