Ocho días después del naufragio del Santa Ana en Cabo Peñas,
los buzos del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas de la Guardia
Civil y de Salvamento Marítimo han completado la revisión del pecio del
poequero y han descartado que los cuerpos de los dos marineros todavía
desaparecidos, el muradano Manuel María Tajes y el portugués Víctor José
Farinhas, permaneciesen en su interior .
Durante la mañana han inspeccionado los dos
camarotes y el pañol de víveres y por la tarde, gracias a una maniobra
dos buzos de Salvamento Marítimo, los GEAS han conseguido revisar por
completo la sala de máquinas. De esta manera, se ha constatado que los
cuerpos de los marineros no están en el interior del barco y mañana se
reanudarán las labores, ahora ya, centradas en los alrededores del
pecio.
Aeronaves, embarcaciones y medios terrestres
peinan un área cada vez mayor del litoral. Aunque este martes han
empeorado las condiciones climatológicas, la situación no ha impedido
las tareas de búsqueda.
Declaración
Por otra parte, esta mañana han prestado
declaración los dos hermanos que iban a bordo del Maresco, el barco que
la noche del hundimiento acudió a auxiliar al Santa Ana.
Explicaron que, cuando unos quince minutos más tarde llegaron, se
encontraron al superviviente, Manuel Simal, que estaba en estado de
«shock». Y aunque siguieron buscando no encontraron a nadie más, aunque
sí divisaron tres balsas salvavidas.