CONTINUA EL INCENDIO EN LA SIERRA DE GADOR

El gran pulmón verde de Alhama (Almería) ya es historia. El incendio que se originó la noche del martes tiene ya la triste categoría de desastre ecológico. Anoche, al cierre de esta edición, más de 350 especialistas aún continuaban trabajando en la extinción de las llamas, que avanzaban "sin control" en el flanco de Alhama. Las tareas habían tenido éxito en la zona de Enix, municipio que había visto acercarse el temido frente del fuego. El alcalde, Francisco Amate, informó de que las llamas se habían quedado "a escasos cien metros".
Los trabajos de extinción se mantuvieron durante toda esta noche. Un amplio dispositivo, compuesto por más de 350 especialistas, no paró ni una instante para impedir el avance de las llamas. A los 230 agentes del Infoca se sumaron 129 soldados de la Unidad Militar de Emergencias (UME).
 Aunque no se ha facilitado aún ningún dato oficial sobre el número de hectáreas calcinadas, algunas fuentes indicaron que podrían ser unas mil, cifra que anoche seguía aumentando. La complicada orografía del terreno, así como las fuertes rachas de viento que han soplaron en la zona durante todo el día de ayer y que llegaron a superar los 70 kilómetros a la hora, impidieron el normal desarrollo de los trabajos de extinción de los equipos de tierra y aire. La gravedad del incendio llevó a la Junta a solicitar ayer el despliegue de miembros de la UME.

 Mientras tanto, el miedo y el nerviosismo hicieron mella en buena parte de los habitantes de Enix y Alhama, que veían como las llamas iban calcinando de forma rápida e inexorable la Sierra de Gádor y se acercaban peligrosamente a sus casas. Esta circunstancia se agravó en mayor grado en el caso de la segunda localidad, donde el fuego provocó el desalojo de varios cortijos y de catorce personas por "prevención" tal y como señaló ayer la consejera de Medio Ambiente, María Jesús Serrano, que se desplazó hasta las inmediaciones.
La zona que corría más peligro en este núcleo de población era la pedanía de El Marchal, situada a menos de diez kilómetros al noroeste del casco urbano. Finalmente no hubo que llevar a cabo desalojos debido en parte al imparable trabajo de los medios humanos y técnicos que se trasladaron hasta la zona y también porque el viento amainó su intensidad reduciendo drásticamente la velocidad con la que devoraba las llamas.
Todos los efectivos del Infoca centraban sus esfuerzos desde primera hora de la mañana en Enix debido al riesgo de que el fuego llegase al núcleo de población, lo que provocó que la Guardia Civil controlase el acceso a la localidad e impidiese la entrada al mismo con vehículos. El Ayuntamiento descartó evacuar a las 450 personas de la localidad pese a que fue una opción sopesada en un principio porque la mayoría de los habitantes del pueblo son "de muy avanzada edad" y podrían verse perjudicados por el espeso humo que han creado las llamas.