Cuatro personas han muerto, al menos 74 han resultado heridas y nueve permanecen desaparecidas tras el derrumbe este miércoles de dos edificios en el barrio de Harlem, en Nueva York, debido a una explosión provocada por una fuga de gas.
La explosión se ha producido a las 14:30, hora peninsular española (9:30 hora local) en la calle 116 a la altura de Park Avenue. Uno de los edificios afectados tenía pendientes 60 denuncias de las autoridades por distintos motivos, según ha explicado el senador estatal Adriano Espaillat.
Una posible fuga de gas
El alcalde de la ciudad, Bill De Blasio, ha precisado que las autoridades procederán a buscar entre los escombros una vez que los bomberos controlen el incendio, tras explicar que quince minutos antes de la explosión un vecino llamó a la empresa ConEdison para alertar de una fuga de gas.
Así lo ha confirmado un portavoz de la empresa Con Edison que suministra el gas y la electricidad ha asegurado, en declaraciones al canal NY 1, que recibió una llamada desde uno de los edificios para advertir de una posible fuga de gas.
Mientras, se ha suspendido el servicio de trenes de cercanías (Metro North), ya que las vías están justo enfrente y podría haber escombros.
"Ha sido la peor tragedia posible porque no ha habido ninguna indicación a tiempo que nos permitiera salvar a gente", ha considerado el alcalde, quien ha insistido en que la primera llamada de alerta fue "quince minutos antes de la explosión".
De Blasio ha comparecido ante la prensa acompañado por el jefe de la policía, Bill Bratton, el comisionado del cuerpo de bomberos, Salvatore Cassano, y la presidenta del Concejo Municipal, Melissa Mark-Viverito.
Fuerte olor a gas, según los vecinos
El jefe de bomberos cree que si las primeras dotaciones de bomberos hubiesen llegado a la zona de la explosión "cinco minutos antes", entonces ahora "quizá" habría que contar entre sus hombres a víctimas mortales.
El departamento de bomberos ha desplazado a 39 unidades con 168 personas, mientras que la policía ha enviado a un grupo especial de desactivación de explosivos como medida de precaución, según indicaron medios locales.
Algunos testigos han asegurado que en los minutos previos a la explosión notaron un fuerte olor a gas, así lo ha asegurado un residente en un edificio próximo en declaraciones recogidas por NYT.
En las plantas bajas de los dos edificios derrumbados había una iglesia hispana y una tienda de pianos, y encima cuatro plantas de apartamentos.