La NASA se ha unido a la búsqueda del avión comercial de Malasya Airlines
desaparecido, para lo que han cedido los datos recogidos por algunos de
sus satélites más potentes, que han captado las imágenes de los lugares
donde se podría haber producido un accidente.
El servicio que está realizando la agencia espacial estadounidense
incluye la revisión de los archivos de datos captados antes y después
de la desaparición del avión. Entre los aparatos elegidos para examinar
las imágenes se encuentra el satélite de observación EO-1 y la cámara ISERV de la Estación Espacial Internacional (ISS).
Según ha explicado el portavoz de la NASA, Allard Beutel,
la resolución de las imágenes de estos instrumentos pueden ser
utilizado para "identificar objetos de cerca de 30 metros o más
grandes".
"Los buques de guerra y aviones de por lo menos diez países
diferentes que participan en la búsqueda ahora se está empleando
imágenes de nuestros satélites para buscar cualquier tipo de prueba
sobre la ubicación del avión", ha añadido.
Además, la agencia va a enviar los datos más relevantes obtenidos en la Encuesta de Recursos, Observaciones y Distribución de datos sobre riesgos en la Tierra realizada por Estados Unidos, después de que China activara la Carta Internacional sobre el Espacio y Grandes Desastres.
Esta carta tiene como objetivo mitigar los efectos de los desastres
naturales y de origen humano mediante la racionalización de la entrega
de los datos adquiridos en el espacio.
El vuelo desaparecido el pasado fin de semana despegó, con 239
personas a bordo, de Kuala Lumpur (Malasia) con destino Beijing (China).
Una hora más tarde de su salida desapareció de los radares de control
y, desde entonces se desconoce su paradero.