Un equipo de científicos de Involcan colabora en Cabo Verde con la gestión del actual proceso eruptivo.
Científicos del Instituto Volcanológico de Canarias
(Involcan) se han desplazado a Cabo Verde para prestar asistencia ante
el creciente proceso eruptivo que vive la Isla de Fogo, desde el pasado
23 de noviembre. Entre sus funciones se encuentran la de evaluar la
evolución temporal de la proyección de dióxido de azufre (SO2) a la
atmósfera, que hoy se registra en 12.000 toneladas diarias.
Esta emisión de SO2 ha ido en aumento. El 28 de noviembre, cinco días
después del inicio de la erupción, registraba una tasa de 8.350 +/-
1.344 toneladas diarias, y al día siguiente, se produjo un aumento a
11.926 +/- 3.379 toneladas. Para calcularla, se han realizado transectos
con sensores óptimos remotos tipo minDOAS en posición móvil terrestre
(vehículos) o en posición móvil aérea (helicópteros). Además, es
necesario conocer la velocidad y dirección del viento entre los 3.000 y
5.000 metros de altura, que se obtienen del centro VAAC de Tolouse.
Estudiar la cantidad de dióxido de azufre (SO2) emitida a la atmósfera
es una labor muy importante, ya que se trata de uno de los principales
componentes de los gases volcánicos. Estos permiten reflejar la
cantidad, la profundidad y el contenido de volátiles del magma que se
encuentran en el interior de un sistema volcánico, y, también, es una
herramienta de monitorización para estudiar los cambios en la actividad
volcánica.