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miércoles, 17 de diciembre de 2014

LOCALIZAN BARCO DE BOIRO Y RESCATAN UN CADAVER

Salvamento Marítimo ha anunciado el hallazgo del pecio tras la segunda inmersión de los buzos y el rescate del cuerpo de uno de los tres tripulantes del «Paquito Nº Dos». La «Salvamar Regulo» lo traslada a Ribeira.
La búsqueda del bateeiro Paquito Nº Dos, que naufragó ayer en aguas de Corrubedo cuando viajaba hacia Muros, ha dado su fruto. En su segunda inmersión, los buzos han localizado antes de las cuatro y media de la tarde el pecio. Y poco antes de las cinco de la tarde Salvamento Marítimo ha anunciado el rescate del cadaver de uno de los tres tripulantes del barco, hallado en la misma zona que el pecio. La Salvamar Regulo traslada al cuerpo a Ribeira.
La mañana había pasado lenta, tremendamente lenta, en Corrubedo. Nada más romper el día, empezaron a llegar numerosas personas al entorno del faro y de todo el litoral de esta zona de Ribeira. Se reunieron allí un buen número de medios profesionales (desde policía y Guardia Civil hasta Protección Civil y GEAS, amén de las lanchas y los medios aéreos de Salvamento Marítimo) pero también se juntó un enorme ejército de voluntarios. Familiares, amigos, vecinos y numerosas personas relacionadas con el mar acudieron a la zona. Algunos lo hicieron con prismáticos y recorrieron las piedras para ver si encontraban restos. Otros incluso se montaron en lanchas o barcos privados para ayudar a peinar el mar. Y muchos otros se limitaron a apoyar a los hijos y hermanos de los desaparecidos. En realidad, y dado que la esperanza de encontrar con vida a los náufragos «é moi pouquiña», como decía un allegado, la zona del faro de Corrubedo se fue convirtiendo en una sala de duelo improvisada.
          

Un cabo y una mancha de aceite
Sobre las once de la mañana, cuando la avalancha de personas y coches en el faro era tal que ya se había cortado el acceso rodado, se dijo primero que se había localizado el barco. Al irse conociendo esa novedad, no había alegría. Pero sí un cierto alivio porque eso suponía que había más posibilidades de encontrar a los desaparecidos. Luego se supo que, en realidad, lo que se encontró fue un cabo que se cree que es del barco. Y también una mancha de aceite. Todo ello en una zona próxima al faro de Corrubedo de unos 38 metros de profundidad y en torno a una milla de la costa. El operativo de búsqueda puso entonces toda su esperanza en los buzos. «Teñen que baixar os submarinistas, a ver se son capaces de atopar o barco, o que pasa que o mar está mal, a ver o que poden facer», se decía entonces en todos los corrillos.
Sobre las 13.30 horas, y tras una espera que se hizo eterna para quienes encima de las rocas miraban una y otra vez al mar, los buzos, tanto de Salvamento Marítimo como de la Guardia Civil, estaban ya en las proximidades del barco preparados para actuar. Conforme empezaron a trabajar en la zona, corrió como la pólvora la noticia de que apareció una maquinaria propia de un barco bateeiro, lo que podría indicar que la embarcación, efectivamente, está donde se busca. Y, sobre las tres de la tarde, se confirmó la noticia. La primeira inmersión de los buzos sirvió para encontrar la tolva de la embarcación (la máquina típica de los barcos bateeiros, una especie de embudo gigante donde se almacena el bivalvo), el rizón y también una cantidad importante de mejillón. Eso hace que haya esperanza de encontrar pronto el barco. Después los submarinistas volvieron a bajar y hallaron el pecio. Y poco después los medios de rescate localizaron el cuerpo de uno de los marineros. Se desconoce si se trata de Germán Fernández, Santiago Blanco o Antonio Hermo.