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lunes, 15 de diciembre de 2014

LA POLICIA DA POR FINALIZADO EL SECUESTRO DE SYDNEY

Agentes armados han entrado en la cafetería del centro de Sídney secuestrada desde primera hora de este lunes y han liberado a los rehenes que desde hace 18 horas mantenía retenidos un hombre armado por motivos que aún se desconocen. Tras la entrada de la Policía se han escuchado numerosos disparos y detonaciones, sin que por el momento se sepa si el autor del secuestro, al que se ha identificado como el clérigo radical de origen iraní llamado Sheik Man Haron Monis, haya sido abatido o no. Los agentes han dado por terminado el secuestro. Al menos cuatro personas han resultado heridas.
El captor, de 49 años de eda,d originario de Irán, tomó este lunes la cafetería, ubicada en el centro financiero de Sídney. Hasta la actuación de la Policía mantuvo cautivos a un número «no superior a 30 rehenes» en una acción que se ha atribuido a «motivaciones políticas», pero que se ha evitado calificar de ataque terrorista. Antes de entrar, policías y miembros de la brigada de desactivación de explosivos rodearon el establecimiento «Lindt Chocolate Cafe», situado en la zona financiera «Martin Place» de la ciudad australiana. Varias personas, al menos tres hombres y dos mujeres, habían logrado previamente salir de la cafetería. No está claro si escaparon o si fueron liberadas por el secuestrador.
El objetivo de las fuerzas de seguridad australianas era liberar «sin incidentes» a las personas que permanecían secuestradas. «Nuestro único objetivo esta noche y por el tiempo que requiera es sacar a esas personas que están atrapadas actualmente en ese edificio de forma segura. Esa será nuestra prioridad y no cambiará», apuntó Andrew Scipione, comisionado de la Policía del estado de Nueva Gales del Sur.
 Un vídeo con sus exigencias
El secuestrador hizo llegar una serie de exigencias a varios medios de comunicación aunque la Policía pidió que no se difundiesen públicamente. «Ten News ha recibido un vídeo en el que uno de los rehenes de la cafetería Lindt transmite las exigencias del hombre armado. A petición de la Policía no las difundiremos», explicó en la red social Twitter Hugh Rimington, presentador de la cadena de televisión australiana Ten.
 Minutos antes de esta declaración, la cadena de televisión australiana ABC informó de que la Policía había identificado al secuestrador. «La Policía ha identificado al hombre armado. Es conocido por la Policía. La Policía de Nueva Gales del Sur ha pedido a ABC que no le identifique», ha asegurado la cadena de televisión pública australiana. Finalmente, las fuerzas de seguridad dieron permiso a los medios para informar del nombre del secuestrador. Se trataría de Sheik Man Haron Monis, un hombre de 49 años de edad que viviría en el suroeste de Sídney, pero que es originario de Irán. Manteghi Bourjerdi, su nombre real, se trasladó a Australia en 1996 y considerado un clérigo musulmán radical, ha participado en varias protestas en el pasado contra la presencia de topas australianas en Afganistán y, aunque se ha declarado un activista pacífico, fue condenado a 300 horas de servicio comunal.  
Bandera negra con un texto en árabe

Dos supuestas rehenes, una mujer que trabaja en el local y una clienta, sujetaron contra el cristal de la entrada una bandera negra con un texto en árabe en el que se podía leer «No hay otro Dios que Alá y Mahoma es el mensajero de Dios». La cadena local ABC afirma que no es un emblema del Estado Islámico (EI), sino una shahada o declaración de la fe islámica.
 «Fui a entrar en la cafetería, pero la puerta estaba cerrada. Nunca está cerrada. Me fijé y vi a gente sentada en el suelo y un hombre con un pañuelo (en la cabeza) y barba andando entre ellos. Entonces fue cuando llegó la policía y los rehenes se pusieron con los brazos abiertos contra los cristales», dijo un testigo al canal ABC 24 horas. Una trabajadora del establecimiento secuestrado, cuyo turno comenzaba a las 11 de la mañana, aseguró a la radio que el local suele estar lleno a estas horas. «Es un lugar en el que siempre hay gente. A muchos los veo todos los días, son como una familia. Es bueno que no esté allí, dentro con ellos. Pero, por otra parte, me gustaría estar allí y decirles 'todo va a salir bien'», dijo la trabajadora. 
Cerrado el centro y evacuación de los vecinos

La Policía australiana cerró parte del centro de Sídney y evacuó a los residentes como medida de precaución. Decenas de policías preparados para intervenir y miembros de la brigada para desactivación de explosivos rodearon el edificio donde se encuentra la cafetería a la espera de ordenes o nuevos acontecimientos. Las autoridades, además, ratrearon a fondo la Casa de la Ópera de Sídney, marcada como objetivo por Al Qaida, en busca de posibles artefactos explosivos.
Motivaciones políticas
El primer ministro de Australia, Tony Abbott, dijo que el secuestrador actúa por «motivaciones políticas». «Es profundamente estremecedor que gente inocente sea retenida como rehén por una persona que reivindica motivaciones políticas», dijo Abbott en una intervención televisada desde un comisaría de policía.
El primer ministro informó de que ha convocado al Comité de Seguridad Nacional para analizar la situación y elogió la respuesta profesional de la Policía de Nuevas Gales del Sur ante el suceso. También dijo que «somos un pueblo libre, abierto y generoso», y destacó la «tranquilidad» con la que la que ha reaccionado la población. 
El mandatario australiano alabó la «profesionalidad» de la Policía al remarcar que las fuerzas del estado están «preparadas» para actuar frente a estos casos. «Es un incidente perturbador Entiendo la preocupación de los australianos, pero les insto a ejercer la prudencia», sentenció el jefe del Ejecutivo australiano.
Condena de los líderes de la comunidad islámica
Los líderes de la comunidad islámica de Australia han condenado de manera pública el incidente, al señalar que el suceso va contra los preceptos del islam.
Según el experto en seguridad del Instituto tecnológico de Melbourne, Joe Siracusa, el secuestrador iba a alguna parte en la zona -donde se encuentra el Barco de la Reserva o el Parlamento de Nueva Gales del Sur-, le vieron y decidió refugiarse en el café.
«Le ha tocado un mal día y no sabe qué hacer ahora. Suceda lo que suceda sabe que le han atrapado, así que estará desesperado», señaló Siracusa a la emisora de radio de ABC.
En septiembre pasado, las autoridades australianas elevaron la alerta terrorista a lato por la posibilidad de posibles ataques terroristas a cargo de una sola persona, pequeños grupos o grandes organizaciones.