Al menos dos personas murieron en Filipinas y más de 520.000 fueron evacuadas por el tifón Hagupit, que atraviesa Filipinas con vientos sostenidos de 140 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 170, informaron hoy los medios locales.
Las víctimas mortales se debieron a hipotermia, y son una niña de un año y un hombre de 65 vecinos de la localidad de Estancia, en la provincia de Iloílo, en el centro del país.
El tifón, que tocó tierra el sábado por la noche en la localidad de Dolores, en la provincia de Samar Oriental (este), se desplaza en dirección nornoroeste a 15 kilómetros por hora.
Aunque la intensidad de la tormenta se ha reducido, y los
vientos han disminuido de 185 a 140 kilómetros por hora en las últimas
24 horas, el Consejo Nacional de Gestión y Reducción de Riesgo de Desastres advirtió de que Ruby, el nombre local, aún es peligroso y los ciudadanos deben mantener las precauciones.
Al menos 520.000 personas se encuentran en más de 1.160
centros de evacuación, aunque en la región del sur de la isla de Leyte,
por donde el tifón
ya ha pasado, algunos de los ciudadanos han empezado a regresar a sus
hogares tras recibir el visto bueno de las autoridades, de acuerdo con
los datos del citado Consejo Nacional.
En Manila, que se encuentra bajo nivel de alerta 1, siendo 4 el máximo, las autoridades evacúan las zonas costeras ante
la posibilidad de que se produzca una marejada ciclónica de uno o dos
metros, puesto que se espera que el ojo del tifón pase a unos 130
kilómetros de la capital la noche del domingo o en la mañana del lunes.
Por otra parte, cuatro aeropuertos filipinos siguen
cerrados, mientras que las aerolíneas locales anunciaron para hoy la
cancelación de mas de 100 vuelos nacionales e internacionales, aunque es
posible que se anuncien más suspensiones a lo largo de la jornada.
El ministro de Energía, Jericho Petilla, declaró a los
medios que varias regiones del centro del país se han quedado sin
energía eléctrica y se espera que la situación se repita en las zonas
por las que pase la tormenta.
El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de
Filipinas, Greogorio Catapang, afirmó que parte de los 1.700 soldados
desplegados en las zonas afectadas han comenzado con labores de limpieza
de carreteras.
«Antes costaba más que dejaran sus casas»
"También estamos evaluando el estado del aeropuerto de Borongan y de Catarman, en Samar Oriental, para ver si podemos empezar a enviar aviones con ayuda humanitaria", dijo Catapang en una rueda de prensa televisada.
El Ministerio de Bienestar Social y Desarrollo garantizó
que el centro de operaciones de asistencia está en funcionamiento y
numerosos camiones cargados de alimentos y ayuda humanitaria están
preparados para ser repartidos.
Las autoridades filipinas dijeron hoy que hasta el momento
se han ofrecido para ayudar en la recuperación de las zonas afectadas un
total de 11 países: Australia, Japón, Estados Unidos, Indonesia,
Tailandia, Reino Unido, China, Malasia, Singapur, Canadá y Brunei.
Según cifras de la ONU, más de 10 millones de filipinos
podrían verse afectados por los fuertes vientos, lluvias, inundaciones y
aumentos del nivel del mar.
Entre 15 y 20 tifones pasan todos los años por Filipinas
durante la temporada lluviosa, que empieza por lo general en junio y
concluye en noviembre.
Haiyan el año pasado causó 6.300 muertos, más de 1.000 desaparecidos, millones de damnificados y pérdidas multimillonarias