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domingo, 12 de enero de 2014

INCENDIO ARRASA LA CIUDAD TIBETANA DUKEZONG

Un incendio cuyas causas todavía se desconocen devastó más de un centenar de hogares y negocios de la ciudad tibetana de Dukezong (provincia de Yunnan, sur de China), uno de los puntos turísticos más visitados del Tíbet al ser el supuesto origen de la leyenda del mítico valle de Shangri-La. El incendio comenzó sobre las 01.30 de la madrugada hora local, las 18.30 del viernes en España, en el casco viejo de la ciudad, situada en la prefectura autónoma tibetana de Dequen y donde la mayor parte de las construcciones son de madera, factor que junto a los fuertes vientos ha dificultado las tareas de extinción del incendio.
De momento no se tiene constancia de víctimas mortales.
Los daños materiales aún están siendo valorados pero la agencia oficial china, Xinhua, confirma que se han destruido numerosas reliquias culturales como thangkas (tapices) y otras obras tibetanas de enorme importancia.
Dukezong, conocida como «la ciudad de la luna», tiene más de 1.300 años de antigüedad y era un habitual punto de paso en la Ruta Sur de la Seda. En ella se encuentran algunos de los monumentos y edificios más conocidos de la tradición tibetana. El condado de Shangri-La, donde se encuentra la ciudad, lindante con la Región Autónoma de Tíbet, adoptó su nombre en 2001 tras reconocerse en la novela Horizontes Perdidos, escrita por James Hilton en 1933 y que describe una suerte de paraíso terrenal.
Si bien las causas del incendio todavía no se han determinado, no se descarta que pudiera estar relacionado con los fuegos declarados los últimos meses, varios de ellos provocados, en varios monasterios de las zonas tibetanas de China, donde las construcciones de madera son particularmente vulnerables.
Esta misma semana se produjo uno en Sichuan, también colindante con el Tíbet, que devastó un monasterio budista de gran importancia fundado en 1980 y formalmente establecido en el 97.
Shangri-La se encuentra próxima a la región autónoma de Tíbet, que China reclama para sí. A pesar de que las autoridades del condado han conseguido granjearse en los últimos años la neutralidad de China y Tíbet, de un tiempo a esta parte se tiene constancia de tensiones entre la población.