Con suaves heladas, que no se prevé que se agudicen, y
máximas bajas. Así comienza la penúltima semana de enero en Castilla y
León. Tras el paso del frente que dejó nieve en la mayoría de las nueve
provincias de la comunidad, el viento del norte abre ahora los cielos y
dejará un cielo raso que favorecerá las heladas nocturnas. Ese aire frío
en altura, a la vez, impedirá que el tibio sol invernal caliente lo
deseado y dejará máximas que no superarán los seis grados en la meseta,
algo inferiores hacia el este y un par de grados superiores en el oeste
de la región.
Mientras, las últimas nevadas hacen obligatorio a primera
hora de la mañana el uso de cadenas para circular por varios tramos de
la red secundaria de León, Ávila, Burgos, Segovia, Zamora y Salamanca.
La provincia más afectada es León, donde se precisan
cadenas para circular por 22 tramos, especialmente de la zona norte. Así
los mayores problema se registran en la CL-623, en San Andrés de
Rabanedo; en la CL-626, en los puertos de Cerredo y Piedrafita y en la
CL-631, en el puerto de Tarna. También hay problemas en los puertos de
Fuente de la Cueva, Picones, Portillas, Monteviejo, Vegarada, Aralla,
Leitariegos, así como en la carretera de Astorga a El Acebo.
En Ávila está cerrada la carretera entre Piedrahíta y La
Herguijuela (AV-932), y en tramos de esta misma vía, así como en la
AV-501, entre Navalperal y el cruce con la CL-505, se precisan cadenas.
En Burgos el tráfico es complicado en el puerto de Lunada, mientras que
en la provincia de Salamanca las cadenas son obligatorias para transitar
por la SA-203, en El paso de los lobos y en la subida a la Peña de
Francia. En Segovia la nieve afecta a la SG-112, entre Riofrío de Riaza y
el límite con Castilla-La Mancha, mientras que en Zamora lo hace en la
ZA-103, la carretera de acceso a San Martín de Castañeda (Sanabria).