El volcán Etna, en la isla italiana de Sicilia, continúa en erupción, con emisiones de ceniza del nuevo cráter del sureste, mientras una colada emerge de una fractura de la boca y desciende hacia el desértico Valle del Bove, lejos de zonas habitadas.
La autoridades italianas informaron de que todos los espacios aéreos están abiertos, incluido el del aeropuerto de Catania, que fue cerrado este sábado, lo que obligó a transferir nueve vuelos a Comiso y cinco a Palermo.
También en el aeródromo de Fontanarossa fueron cancelados tres vuelos que debían despegar y otro que llegaba. El Etna, de 3.322 metros de altura y situado en la parte oriental de la isla de Sicilia, entre las provincias de Mesina y Catania, tuvo el año pasado 16 erupciones.