La Policía canadiense ha confirmado este sábado la muerte de 10 ancianos en la residencia para la tercera edad que el jueves se incendió en la pequeña comunidad de L'Isle-Verte de la ciudad de Québec, en el este de Canadá.
Este nuevo balance oficial aumenta el número de víctimas mortales
confirmadas de ocho a diez y mantiene que 22 personas permanecen
desaparecidas o "presumiblemente muertas".
En este sentido se han pronunciado el jefe policial de la provincia
de Québec, el teniente Guy Lapointe, que ha reiterado este sábado que
"debemos asumir lo peor". La residencia de ancianos ha quedado
totalmente calcinada.
Las hipótesis sobre las causas del incendio indican, según las
últimas averiguaciones, que las llamas se originaron en una de las
habitaciones de la residencia a causa de un cigarrillo.
TRAGEDIA
Los Bomberos recibieron una llamada de alerta poco después de las
0:30 horas del jueves. En la residencia vivían entre 50 y 60 personas y
varias fueron rescatadas por la Cruz Roja, entre ellas 20 heridos que
fueron trasladados al hospital local y a Quebec.
La alcaldesa en funciones, Ginette Caron, cuyo marido es bombero
voluntario, fue una de las primeras personas en llegar a la zona del
incendiada, que también obligó a evacuar los edificios cercanos a la
residencia. "Todos nuestros pensamientos están con las familias de las
personas afectadas por esta terrible experiencia", sentenció.
Mientras la ciudad, de 1.500 personas, espera noticias de sus
seres queridos, se ha programado una misa para este domingo en la
iglesia de St. Jean Baptiste. El sacerdote Gilles Frigon ha asegurado
que el servicio estará abierto a todo el mundo que quiera acompañarles
en este duro momento.
Por su parte, la Cruz Roja ha hecho un llamamiento para conseguir
cerca de 50.000 dólares que estiman que necesitan los afectados por la
tragedia. Una cantidad que ha sido aportada este mismo viernes por tres
empresas locales.