La República Centroafricana se encuentra al borde de una "masiva catástrofe humanitaria", advirtió hoy la Cruz Roja.
La
situación para la población de la capital Bangui ya es "muy difícil" y
está adoptando "dimensiones insoportables" en todo el país, dijo hoy el
presidente de la Cruz Roja para África Central, Antoine Mbao Bogo, que
advirtió que el conflicto no sólo está destrozando la ya de por sí débil
economía del país, sino también el importante sector agrícola, indicó
DPA.
El funcionario habló de un "desastre silenciado" que no está recibiendo la atención internacional suficiente.
Desde
el golpe de Estado del pasado marzo el país se está hundiendo en el
caos, con el aumento de los combates entre rebeldes musulmanes y
milicias ciudadanas cristianas que han dejado cientos de muertes y un
millón de desplazados.
Mientras, los rebeldes musulmanes seleka
liberaron a 23 niños soldados de entre 14 y 17 años, entre ellos seis
niñas, y se los entregaron a Unicef. Otros muchos serán identificados
para su puesta en libertad en los próximos días.
La violencia
sectaria de los últimos meses ha puesto a los niños "en un riesgo mucho
más alto de reclutamiento", dijo también el representante en el país de
la agencia de la ONU para la infancia, Souleymane Diabate.
Se
calcula que hay unos 6.000 niños soldados en el país de 4,4 millones de
personas rico en oro y diamantes, mientras las mitad de la población
depende de la ayuda humanitaria.
Según la Cruz Roja, los
hospitales se han quedado sin medicamentos, el suministro de alimentos
es escaso y las condiciones de refugio e higiene deficientes.
Mientras,
en el plano político, el parlamento provisional está en proceso de
elegir a un nuevo líder, después de que dimitiera el presidente Michel
Djotodia el paso viernes por no lograr poner freno a la violencia.