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sábado, 18 de enero de 2014

LOS ANGELES CONTINUAN BAJO LA AMENAZA DEL FUEGO

El gobernador Jerry Brown ha advertido este viernes de que el estado de California se encuentra en una situación de "emergencia" por la que podría ser "la peor sequía registrada en los últimos cien años". Por su parte, los Bomberos continúan luchando para controlar los incendios que amenazan la ciudad de Los Angeles y que obligaron a evacuar algunos vecindarios.
En rueda de prensa, el gobernador ha instado a los ciudadanos de California a "ahorrar un 20 por ciento de su consumo de agua", ya que --según insiste-- la región vive un nivel de sequía "sin precedentes" y "es importante que todos los vecinos ayuden a superar esta situación", que califica como "muy grave".
En este sentido, Brown ha apostado por facilitar las transferencias de agua entre las regiones del estado, aunque asegura, según expertos consultados, qué el noventa por ciento de California se encuentra en una grave sequía. "Este podría ser un año marcado por fuertes incendios", alertan.
La nieve acumulada en las montañas de California se encuentra en un 20 por ciento de los niveles normales y los depósitos de agua más grandes del estado están "por debajo de mínimos históricos". Además, se ha visto "reducido significativamente" el nivel del agua en los principales ríos que atraviesan la región. 
LOS BOMBEROS CONTROLAN EL 30% DE LA SUPERFICIE INCENDIADA
Según los últimos datos, los 800 bomberos que se encuentran desplazados a la localidad de Glendora, cerca de las montañas de San Gabriel, al norte de Los Angeles, controlan un 30 por ciento de la superficie en llamas, que ha llegado a amenazar la ciudad de Los Angeles, donde también hay efectivos trabajando.
   En concreto, el fuego ha obligado a evacuar varios vecindarios --con hasta 3.600 personas-- y a suspender las clases en escuelas de la zona, según ha confirmado el jefe de bomberos del condado de Los Angeles, John Tripp, quien aseguró que el peligro para la comunidad "se está reduciendo" y muchas de los vecinos afectados ya están volviendo a sus casas.
El fuego se originó en la localidad de Glendora, donde se mantiene la alerta roja a causa de las brisas de aire caliente previstas por los servicios meteorológicos. Allí cinco casas fueron destruidas y otras 17 estructuras resultaron dañadas a causa del incendio. Además, tres personas, entre ellas dos bomberos, sufrieron heridas leves.
En estos momentos, hay tres hombres detenidos bajo sospecha de imprudencia temeraria, acusados de iniciar el incendio: Clifford Eugene Henry, de 22 años; Jonathan Carl Jarrell, de 23 años; y Steven Robert Aguirre, de 21 años. Todos ellos podrían enfrentarse a cargos federales, pese a que no se trate de un incendio intencionado.