El tifón Hagupit, acompañado de vientos sostenidos de 185 kilómetros por hora y ráfagas de hasta 220, tocará tierra el domingo en Filipinas, donde al menos 600.000 personas han huido de sus hogares, informaron hoy las autoridades.
El último boletín de la Agencia Meteorológica de Filipinas (PAGASA) establece que Ruby, el nombre local, se mueve hacia el país a una velocidad de 13 kilómetros por hora, llegará a la región central a primera hora del domingo, en lugar de este sábado como se pronosticó, y tardará más de tres días en atravesar el archipiélago.
Vecinos de la localidad de Basey, en Samar (centro), confirmaron a la televisión local ANC que fuertes vientos y copiosas lluvias afectan ya a la zona, aunque el tifón se encuentra a 180 kilómetros de la costa oriental filipina.
Los meteorólogos prevén, según los últimos datos, que Hagupit no seguirá la misma ruta que Haiyan recorrió en noviembre de 2013 y que causó 6.300 muertos y millones de damnificados, sino que golpeará ligeramente más al norte y azotará primero las provincias de Samar Oriental y Samar del Norte.
PAGASA advirtió de la posibilidad de que se produzca una marejada ciclónica de unos seis metros de altura en las zonas más amenazadas, por lo que los edificios de un sólo piso podrían ser anegados.
Por su parte, la Agencia de Gestión y Reducción de Riesgo de Desastres de Filipinas informó de que se ha completado la evacuación en las zonas costeras de la localidad de Borongan, hacia donde se dirige el tifón.
Las autoridades han declarado la alerta 3 -de un máximo de 4- en ocho provincias, han cerrado numerosos puertos por el mal estado de la mar y han cancelado al menos 90 vuelos nacionales e internacionales.
Las agencias gubernamentales y las ONG trabajan sin descanso en la evacuación de ciudadanos y distribución de material de ayuda humanitaria, una operación logística difícil en este archipiélago formado por más de 7.100 islas.
El jefe de la Cruz Roja Española en Filipinas, Roger Alonso, declaró a Efe que han distribuido material de ayuda humanitaria a las localidades estratégicas de la zona que previsiblemente se verá afectada.
"Además de la complicada logística propia de Filipinas, esta situación de emergencia es aún más difícil porque no está claro qué camino va a seguir el tifón, pero hemos distribuido el material a las ciudades estratégicas para luego poder transportarlo con la mayor facilidad posible a las zonas más afectadas", explicó Alonso.
El representante de la Cruz Roja comentó que el "efecto Haiyan" facilita sus operaciones.
"Antes costaba más que la gente dejara sus casas, pero ahora, tras el paso de Haiyan hace un año, los habitantes son conscientes de los efectos que puede tener un tifón y evacúan de forma voluntaria", dijo Alonso.
Hagupit afectará a unos 4,5 millones de personas cuando entre en el archipiélago filipino, según cálculos de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios.
Entre 15 y 20 tifones recorren todos los años Filipinas durante la temporada lluviosa, que empieza por lo general en junio y concluye en noviembre.
El año pasado, Haiyan, uno de los más potentes de la historia, causó 6.300 muertos, más de 1.000 desaparecidos y 14 millones de damnificados.