Siete personas resultaron heridas, una de
ellas de carácter grave, en un aparatoso incendio declarado ayer a las
ocho de la tarde en un segundo piso en el edificio del antiguo Hogar del
Pensionista de Cajastur, en la plaza de la Catedral. El herido más
grave, afectado de quemaduras en todo el cuerpo, es el residente de la
vivienda incendiada, M. D. M., de 49 años. También resultaron heridos
por inhalación de humos los tres vecinos del cuarto piso (un matrimonio y
su hija de nueve años), dos agentes de la Policía Local y un técnico
municipal, que acudieron a socorrer a los residentes. Todos fueron
evacuados en ambulancias al Hospital Universitario Central de Asturias
(HUCA) donde estaban siendo atendidos por los sanitarios al cierre de
esta edición. Las primeras hipótesis de la investigación, según fuentes
oficiales consultadas, apuntan a un incendio provocado por el habitante
de la vivienda en la que se originó el fuego.
"Fue como una bomba, se escuchó un ruido
espantoso", aseguró una de las residentes del inmueble, en el que sólo
residen tres familias. Ella es la vecina de puerta del herido más grave.
Los primeros en acudir al suceso fueron los agentes de la Policía Local
y un técnico municipal que se encontraban custodiando y trabajando en
el montaje del Belén en la plaza de la Catedral. En el interior del piso
donde se había producido la explosión se oían las voces del herido, que
gritaba desesperado pidiendo auxilio, porque no podía salir. Los
policías tuvieron que derribar la puerta, y en ese momento, una gran
columna de humo salió de la vivienda y se coló por la escalera.
Los agentes, no sin esfuerzo, lograron
entrar en la vivienda. Se encontraron con un panorama dantesco. El
hombre herido tenía las manos totalmente quemadas y la piel echa
jirones. Mientras, en el inmueble seguían sonando explosiones, al
reventar algunos cristales y otros objetos de la vivienda. Tuvieron que
sacar al inquilino en brazos del edificio para que pudiera ser auxiliado
por los efectivos sanitarios. Ya en el exterior, fue atendido en la
plaza por los efectivos sanitarios del Servicio de Atención Médica
Urgente (SAMU), desplazados en una uvi móvil. Hasta el lugar del suceso
se desplazaron también más ambulancias para atender a los seis
intoxicados por humo.
En la otra vivienda habitada del segundo
piso se encontraba en el momento de la explosión un grupo de mujeres que
habían sido invitadas por la inquilina para disfrutar de una tertulia
literaria. Tras la sucesión de explosiones, el grupo abandonó el
edificio a toda prisa. Ya en la calle, con las zapatillas de andar por
casa, la vecina del herido grave aún no se había recuperado del susto.
"No paraba de llamarme, pidiendo ayuda. Lo vi hace un rato tapado con
una manta, no había perdido el conocimiento. Espero que esté bien",
señaló la mujer.
El suceso causó gran revuelo en pleno corazón de la ciudad, y decenas de curiosos se concentraron en la plaza de la Catedral.