La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha
elevado a 6.070 el número de personas que han perdido la vida por el
brote de ébola de África Occidental, que hasta el 30 de noviembre había
dejado al menos 17.145 casos, en su mayoría en Guinea, Liberia y Sierra
Leona.
En Liberia han fallecido 3.145 personas,
mientras que en Guinea y Sierra Leona han muerto 1.327 y 1.583 enfermos,
respectivamente. A la OMS le preocupa especialmente el caso
sierraleonés, ya que "la transmisión sigue siendo persistente e intensa
en todo el país con la única excepción del sur".
En
Guinea, el índice de nuevos casos ha aumentado ligeramente, mientras que
en Liberia los contagios parecen estables o están decayendo, según la
agencia de la ONU, que este miércoles ha actualizado su balance de
víctimas.
El brote se inició en Guinea y se extendió
posteriormente a otros siete países, entre ellos España. La OMS declaró a
España libre de ébola el martes, una vez transcurridos 42 días desde
que la auxiliar de enfermería Teresa Romero dio negativo en las pruebas
del virus por segunda vez.
TASA DE MORTALIDAD
En su informe, la OMS revisa de forma particular el nivel de mortalidad
entre los enfermos de los tres países más afectados por la enfermedad.
La agencia calcula que han fallecido un 72 por ciento del total, si bien
entre los pacientes hospitalizados la tasa de mortalidad cae al 60 por
ciento.
La proporción de fallecidos entre los
trabajadores sanitarios infectados es del 68 por ciento, o un 63 si sólo
se tiene en cuenta a los que llegaron a ingresar en algún centro
médico. En total, 622 trabajadores sanitarios han contraído el virus y,
de ellos, 346 han fallecido.