Cerca de las 21.00 de ayer, un incendio,
presumiblemente iniciado en la tienda de Discolandia, comenzó a consumir
18 puestos de ropa en un negocio de la calle Jenaro Sanjinés de La Paz.
Al cierre de esta edición, el fuego era incontrolable. Hasta la 02.20,
siete carros cisterna, entre ellos el vehículo antidisturbios Saturno de
la Policía Boliviana y uno del Servicio de Aeropuertos de Bolivia
(SABSA) habían sido desplegados a la zona contigua al hotel Presidente,
según reportaron periodistas de La Razón.
La dueña
de uno de los puestos en el vetusto edificio de la disquera, contó que
una hornilla dejada por descuido encendida fue el origen del accidente,
aunque las primeras informaciones señalaban un cortocircuito.
El fuego destruyó toda la mercadería: ropa usada y nueva, discos y
calzados, entre otros productos, que habían sido estocados en los
últimos días con motivo de las fiestas de fin de año. Allí también se
encontraba la tienda principal de Discolandia, cuyo propietario, Miguel
Dueri, se mantenía impotente al ver los hechos esta madrugada.
Operativo. Los bomberos hacían esfuerzos suficientes por controlar las
llamas, ante el impedimento de sofocar el núcleo del incendio que
todavía se mantenía vivo pese a la acción de 50 efectivos policiales y,
hasta ese momento, tres cisternas de agua consumidos.
Fueron difíciles las tareas de auxilio debido a personas curiosas en el
lugar y a la carencia de agua. Los policías cerraron tres cuadras del
contorno del edificio siniestrado, lo que evitó la circulación de
vehículos.Azorados por la desgracia, algunos propietarios de la
mercadería lamentaban el accidente. Una de ellas contó a este diario que
el fuego debió destruir productos valuados en al menos 100.000 dólares.
“Fue difícil determinar el lugar porque, primero, todas las puertas
estaban cerradas; no había cómo ingresar, y tuvimos que forzarlas”, dijo
en el lugar el comandante de la Policía Boliviana, Wálter Villarpando.
Consultado sobre el origen del incidente, indicó que en las próximas
horas habrá un informe oficial al respecto. Una densa humareda se formó
en el cielo de la zona del incendio; horas antes una intensa lluvia
había caído en gran parte de la ciudad.
El jefe
policial aprovechó la presencia de los medios para solicitar a las
autoridades locales y nacionales la dotación de insumos y equipos para
este tipo de siniestros. Reconoció que la Alcaldía de La Paz contribuye
al cuerpo de bomberos en la construcción de su nuevo edificio, luego de
varios años de no contar con uno adecuado.