Francia ha suspendido definitivamente la búsqueda
de los dos desaparecidos en el naufragio del "Safrán", que se fue a
pique el sábado a medianoche, en aguas de competencia francesa en
materia de salvamento. Fuentes de Salvamento Marítimo de España han
confirmado que el el último rastreo acabó a primera hora de la tarde de
este lunes. El Centro Operativo Regional de Vigilancia y Salvamento de
Etel da por rematado un operativo de rescate que se inició poco antes de
la medianoche del sábado y que se intensificó durante el horario diurno
del domingo. Del último intento de localizar a los dos marineros
desaparecidos se ocupó un avión español, el Sasemar 102, con base en
Santiago. Dotada con sensores térmicos, la aeronave no ha detectado
ningún rastro de los náufragos.
Del aeropuerto de Santiago despegaba esta
mañana el único medio que Francia había decidido destinar este lunes a
la búsqueda de los dos desaparecidos del Safrán, un vecino de
Viveiro y uno de Burela. La decisión la ha adoptado el Centro Operativo
Regional de Vigilancia y Salvamento de Etel, coordinador del rescate del
pesquero de Celeiro que se fue a pique el sábado a medianoche.
Si ayer, domingo, movilizó aviones, helicópteros y embarcaciones
francesas y españolas de salvamento, este lunes ha optado por destinar
al rastreo al avión que ha pedido a Salvamento Marítimo de España.
Fuentes españolas de salvamento han detallado las características del avión, el Sasemar 102,
con base en Santiago y dotado de sensores térmicos. Ese equipamiento le
permitiría detectar cualquier fuente de calor en la zona que
sobrevuele.
La avioneta no consiguió localizar ningún rastro de los dos marineros que faltan tras el rápido hundimiento del Safrán.
Naufragó a unas 35 millas al norte de San Sebastián y a unas 39 al
oeste de la localidad francesa de Bayona. A los dos desaparecidos no les
habría dado tiempo de salir del barco antes de que se lo tragase el
mar. De ellos, en sus casas, esperan noticias la esposa y la hija del
viveirense Juan José Pardiño Parapar, así como la mujer y los dos hijos
de Benigno Vázquez García, natural de Meaño y residente en Burela.
Además de otros parientes y amigos de los dos marineros que faltan, muy
pendientes del rescate también están los otros cuatro hombres que iban a
bordo del Safrán. Antes de que el mar engullese al pesquero,
lograron saltar al mar Antonio Rodríguez López, el patrón, así como los
tripulantes Alejandro Gómez Guimarey, Carlos Moirón Bermúdez y Anilton
César Gomes Sanchez. Todos ellos tratan de reponerse de la tragedia en
sus domicilios de Viveiro y Burela.