Los incendios que asolaban desde el sábado las localidades lusas de Vila Nova de Cerveira y Monçao, situadas en el norte de Portugal y colindantes con la región española de Galicia, fueron controlados hoy por las autoridades portuguesas.
El fuego de Vila Nova de Cerveira, a orillas del Miño, fue dominado a primera hora de la mañana por cerca de 400 efectivos y más de 120 vehículos terrestres, que se mantienen en la zona para vigilar que no vuelva a reavivarse.
El incendio se inició el sábado cerca de la frontera con Pontevedra y se extendió a la localidad vecina de Caminha, donde tuvieron que ser evacuadas varias viviendas.
Los bomberos lograron controlar igualmente el fuego declarado en Monção, localidad también limítrofe con Pontevedra, que se había iniciado en la noche del sábado.
El incendio fue dominado durante la madrugada de hoy por cerca de 200 efectivos, entre ellos un pelotón de 24 militares del Ejército.
En suelo luso todavía se mantienen activos dos incendios iniciados el lunes, también en el norte de Portugal aunque alejados de la frontera con España.
Unos 230 efectivos combaten un fuego con dos frentes en Arouca, en el distrito de Aveiro, que están siendo apoyados por 70 vehículos terrestres, dos aviones y dos helicópteros.
En el distrito de Guarda, en la localidad de Gouveia, un incendio con dos frentes activos mantiene en la zona a más de 260 efectivos, 85 vehículos, dos aviones y dos helicópteros.
Portugal está viviendo en los últimos días una oleada de incendios debida a las "muy severas" condiciones meteorológicas en el país, azotado por una oleada de calor, explicó el lunes la ministra de Interior, Anabela Rodrigues.
Las últimas cifras oficiales, conocidas la semana pasada, apuntan a que hasta finales de julio se cuadruplicó el número de hectáreas calcinadas por los incendios en suelo luso, hasta situarse en cerca de 28.000.
Portugal fue el país europeo más castigado por las llamas desde el año 2000 y los fuegos forestales se cebaron especialmente en los años 2003 (con 400.000 hectáreas forestales calcinadas), 2005 (con 300.000), 2010 (con 118.000) y 2013 (con 145.000).
Aparte del tiempo seco y el viento, los incendios provocados intencionadamente y el abandono de cultivos agrícolas son otras causas de la proliferación de los mismos, de acuerdo con los expertos.
