Según el último boletín del NHC, emitido a las
12.00 GMT, la quinta tormenta tropical de la temporada de huracanes en
la cuenca atlántica está "ligeramente más fuerte" y presenta vientos
máximos sostenidos de 75 kilómetros por hora con rachas superiores.
El fenómeno meteorológico se encuentra a 540 kilómetros al este de la
isla de Antigua y se desplaza hacia el oeste con una velocidad de 28
kilómetros por hora.
Para las próximas 48 horas, los
meteorólogos estiman que Erika cambie de trayectoria y se desplace en
"dirección oeste a oeste-noroeste", con lo que podría alcanzar el
archipiélago de Bahamas el fin de semana y Florida el lunes próximo, ya
convertida en el segundo huracán de la temporada.
Las
proyecciones del NHC apuntan que Erika podría ser un huracán de
categoría 1 en la escala de intensidad Saffir-Simpson, de un máximo de
5, antes de afectar a la península estadounidense.
Hasta entonces, prevén que se siga fortaleciendo y llegue este jueves a
parte del archipiélago de Barlovento (Anguila, Saba, San Martín,
Monserrat, Antigua y Barbuda, San Cristóbal y Nieves), las islas
Vírgenes y la costa este de Puerto Rico, zona que está bajo alerta de
tormenta tropical por fuentes vientos y lluvias.
El
NHC estima que hasta el viernes por la mañana podrían caer entre 50 y
100 milímetros de agua en el área, aunque podrían alcanzarse
precipitaciones máximas de 200 milímetros.
Desde que
el pasado 1 de junio comenzó oficialmente la temporada de huracanes en
el Atlántico, se han formado cinco tormentas tropicales: Ana, Bill,
Claudette, Danny -esta última transformada en el primer huracán de
categoría mayor (3) de la temporada- y Erika.
Expertos en ciencias atmosféricas de la Universidad Estatal de Colorado
pronosticaron el 6 de agosto que la actual temporada de ciclones estará
"bastante por debajo de la media", con cinco tormentas tropicales y dos
huracanes.
Esta baja actividad, explicaron, se debe
al desarrollo del fenómeno de El Niño en el océano Pacífico, que inhibe
la formación de tormentas en el Atlántico.