Dominica, que forma parte de la Mancomunidad Británmica de Naciones, comenzó ayer las labores de búsqueda de una treintena de desaparecidos a causa de las torrenciales lluvias que sufrió el territorio el jueves al paso de Erika, cuyo centro se aproxima a República Dominicana, según el último boletín del Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos.
La cifra de muertos y desaparecidos en la isla no es todavía definitiva, ya que los equipos de rescate sólo pudieron acceder ayer a áreas aisladas del pequeño territorio
El primer ministro del país, Roosevelt Skerrit, dijo que la cifra de muertos ronda los 20, mientras que el número de desaparecidos es incierto y puede elevarse.
Los
vientos y lluvias de la tormenta Erika derrumbaron algunos árboles y
postes telefónicos de República Dominicana, donde las autoridades
suspendieron las actividades laborales y declararon alerta máxima en
todo el país por el paso del fenómeno atmosférico.
"Estamos
tan acostumbrados a que se inunde que hay que prepararnos", decía
Geovanny Batista, un ama de casa del empobrecido barrio dominicano La
Ciénaga, mientras quitaba la basura de la cañada que pasa junto a su
casa para evitar el estancamiento de agua.
Además
de retirar la basura, la mujer había comprado agua, arroz y algunos
alimentos básicos para permanecer con sus tres hijos en su vivienda de
techo de zinc durante el paso de la tormenta. "Eso es lo que podemos
hacer los pobres". En varios supermercados de Santo Domingo, personas
compraban víveres para estar abastecidos ante una eventual emergencia.
Un
hombre y dos niños murieron cuando el lodo penetró en su vivienda en el
sureste de Dominica, mientras que el cuerpo de otro hombre fue hallado
en su casa afectada por un deslizamiento de tierra, dijo el jefe de la
policía Daniel Carbon.