Las autoridades chinas confirmaron hoy que un total de 22 personas fallecieron en el hundimiento el jueves de un barco en el curso bajo del río Yangtsé, en el este del país, informó la agencia Xinhua. El
barco, un remolcador recién fabricado, realizaba pruebas en la
provincia oriental china de Jiangsu cuando se hundió a última hora del
jueves con 25 personas a bordo, de las que tres fueron rescatadas.
Los
equipos de rescate consiguieron hoy subir a la superficie los restos de
la nave, 40 horas después de su naufragio, y pudieron certificar el
fallecimiento de la mayor parte de su tripulación.
La
Administración de Seguridad Marítima de Jiangsu señaló que entre los
fallecidos había catorce chinos, cuatro singapurenses, un indonesio, un
malasio, un indio y un japonés.
El remolcador se hundió en el
canal de Fubei del río Yangtsé, el más grande y caudaloso de China, en
una zona de corrientes rápidas y con aguas de un denso color marrón, por
la gran cantidad de sedimentos que transportan, lo que dificultó las
labores de rescate.
Un total de 23 barcos, incluidos remolcadores
y patrulleras de la zona, y una grúa fueron enviados a los alrededores
del punto donde se hundió el barco, para sacarlo del agua y hallar a sus
pasajeros.
El buque, llamado Wanshenzhou 67, de 30
metros de largo y con un peso aproximado de 368 toneladas, había sido
fabricado por la Compañía de Maquinaria Bengbu Shenzhou, en la provincia
vecina de Anhui (este de China).
El fabricante no había avisado a
las autoridades portuarias de que iba a llevar a cabo pruebas con él en
la zona, ni de la ruta que esperaba tomar para ello, como es habitual en
China.