Nueve puertos de montaña y cinco carreteras
permanecen cerrados en Asturias a causa de las nevadas - La nieve
volverá a caer hoy a partir de 600 metros.
Nueve puertos de montaña y siete carreteras de la red viaria asturiana
permanecen cerrados a causa de la nieva. Además, en el puerto de Payares
no se permite el paso al tráfico pesado y se exigen cadenas para el
resto de vehículos.
Los puertos totalmente cerrados son los
siguientes: Pozo de las Mujeres Muertas, Bustantigo, La Marta, San
Isidro (La Raya), Leitariegos, Conio, Tarna, Somiedo y Ventana. Además,
tampoco se permite el paso por las carreteras Berducedo-Pozo de Las
Mujeres Muertas (AS-34, en Allande), Sotres-Límite con Cantabria
(AS-264, en Cabrales), Covadonga-Los Lagos (CO-4, en Cangas de Onís),
Val.láu-Cibea (CN-8, en Cangas del Narcea), Campumanes-Puerto de La
Cubilla (LN-8, en Lena).
Además, en un total de 15 puertos y 18
carreteras de montaña se exigen cadenas para circular, situados en los
concejaos de Allande, Caso, Degaña, Granda, Ibias, Laviana, Onís,
Parres, Quirós, San Martín del Rey Aurelio, Somiedo, Tineo, Boal,
Cabrales, Cangas del Narcea, Lena, Ponga, Teverga y Villanueva de Oscos.
La huella del temporal
El
temporal de nieve, viento y lluvia dejó ayer la primera huella seria
del invierno en Asturias. En el parte no hubo que lamentar ningún daño
material grave, pero sí varios sustos y un montón de comeduras de
cabeza, porque hubo carreteras que se cortaron, puertos que se cerraron y
limitaciones varias que agitaron especialmente a los conductores. El
puerto del Pajares estuvo todo el día cerrado para camiones, en la
autopista del Huerna, la principal vía de comunicación con la Meseta,
los vehículos articulados lo tuvieron prohibido durante varias horas y
el tráfico se reabrió a las 23.55, y muchos coches dependieron de
máquinas quitanieves para llegar a sus destinos. La nieve cerró el
acceso a siete puertos y cuatro carreteras secundarias y obligó a usar
cadenas en otros 14 altos y 10 vías, según informó el 112 a última hora
de la noche. La lluvia causó varios accidentes en la región, alguno de
ellos múltiple, y el viento angustió a los vecinos de las zonas costeras
porque dejó olas de seis metros que no tuvieron más incidencia que su
espectacularidad.
Ayer, el cielo gris y el frío dominaron una
jornada agitada. La autopista del Huerna (AP-66), que se había cerrado
por última vez para camiones articulados a las 22.30 horas, fue abierta a
las 23.55. Antes se había cortado entre las 15.30 horas y las 17.45 y
entre las 19.00 y las 20.25. El resto de vehículos circularon a un
máximo de 60 por hora detrás de alguna de las 17 quitanieves que no
dejaron de trabajar. El Pajares (N-630), por su parte, se mantuvo
cerrado todo el día para camiones, y los coches sólo pudieron pasar con
cadenas. Los puertos de Bustantigo, La Marta, San Isidro, Connio, Tarna,
Somiedo y Ventana estuvieron cerrados al tráfico, como las carreteras
secundarias de Sotres hasta el límite con Cantabria, Covadonga-Los
Lagos, Campomanes-Tuiza y Tuiza-La Cubilla.
En la autopista "Y",
en las inmediaciones del viaducto de Somonte, una fuerte granizada causó
un accidente en cadena en el que se vieron implicados tres vehículos y
en el que resultó herido leve un gijonés. En la A-64, en Siero, un coche
colisionó con un minibús vacío en otro aparatoso accidente que no causó
daños personales (más información en pág. 57). En la Autovía del
Cantábrico hubo un accidente en el punto kilométrico 277.
En
Avilés, el viento derribó la carga de un camión que iba circulando por
la ciudad y la flota pesquera se mantuvo amarrada. En la Autovía Minera,
un argayo a la altura del túnel de San Tirso, entre Mieres y Langreo,
provocó el corte de un carril, y en Cangas de Onís, la estación de
autobuses tuvo que ser cerrada. Los ríos de la región permanecían ayer
dentro de los límites normales, aunque la Confederación Hidrográfica se
mantenía vigilante.