Los dos ocupantes de un helicóptero fallecieron ayer tras sufrir un accidente en la localidad malagueña de Cortes de la Frontera cuando intentaban escapar de la Guardia Civil. La aeronave siniestrada transportaba cerca de una tonelada de hachís.
Los hechos sucedieron durante la madrugada del lunes al martes. Agentes del Instituto Armado detectaron un vuelo no autorizado, por lo que enviaron a efectivos del Servicio Aéreo para seguir su rumbo e interceptarlo en tierra firme. Sospechaban que podía tratarse de un alijo.
Cuando cruzaban la provincia de Málaga, los tripulantes del helicóptero de la Guardia Civil perdieron de vista la aeronave, así que comunicaron al Centro Operativo de Servicios (COS) el fin de la persecución y regresaron a su base.
Coordenadas
No obstante, ante lo repentino de la desaparición del helicóptero,
los agentes registraron las coordenadas del lugar exacto donde dejaron
de verlo. La zona es conocida como El Colmenar o también Estación de
Gaucín, una barriada perteneciente al municipio de Cortes de la Frontera
y muy próxima al límite con Cádiz.Ayer por la mañana, la Guardia Civil envió varias patrullas al lugar por si, ya con mejor visibilidad, hallaban algún rastro de la aeronave. La búsqueda no tardó en dar resultado. Tras una batida por la zona, los agentes localizaron el helicóptero, que se había estrellado en un paraje de difícil acceso situado justo antes de llegar -desde Gaucín- a la barriada de El Colmenar.
A pocos metros, observaron una torre de alta tensión que presentaba desperfectos en la estructura, lo que explica cómo se produjo el accidente. Todo apunta a que la aeronave, al tratar de escapar de la Guardia Civil, chocó contra el poste y se estrelló contra el suelo. Los dos ocupantes salieron despedidos, así como buena parte de la carga.
A partir de ese momento, comenzaron las tareas de recuperación de los cuerpos de los dos fallecidos, uno de ellos español y el otro extranjero. El trabajo forense se demoró hasta pasadas las cinco de la tarde, cuando se dio por terminado el levantamiento de los dos cadáveres. Entre tanto, agentes de la Benemérita se dedicaron a peinar el perímetro del accidente para intentar localizar los fardos de hachís que salieron despedidos del helicóptero. Según las fuentes consultadas, han podido contabilizar más de 30 bultos, por lo que calculan que la carga se aproximaría a los mil kilos.
Por la tarde, los operarios de Endesa comenzaron a evaluar los daños en la torre de alta tensión y a descargar el material para iniciar las tareas de reparación, que previsiblemente arrancarán hoy mismo.
Segundo accidente en un año
El accidente mortal de ayer es el segundo que se produce en menos de
un año en la provincia de Málaga. Y, curiosamente, en una zona cercana.
El pasado mes de mayo, el Servicio de Rescate e Intervención en Montaña
(Sereim) de la Guardia Civil rescató el cadáver del piloto de un
helicóptero que se estrelló contra un poste de alta tensión en el
término municipal de Casares.El cuerpo fue localizado en una zona escarpada y de difícil acceso. Fue un operario de la red eléctrica detectó daños en el cableado de una torreta situada en la carretera que une Casares con Manilva. En las inmediaciones encontró lo que parecía ser la puerta de un helicóptero y, a unos metros de distancia, los restos calcinados de la aeronave.
En aquella ocasión, el helicóptero siniestrado tampoco constaba en los registros de vuelo de las torres de control de los aeropuertos de Málaga y de Sevilla, por lo que se ignoraba su procedencia y la ruta que seguía cuando se produjo el accidente. Se trataba de una aeronave pequeña. Aunque al parecer ya no llevaba carga alguna cuando se estrelló, los investigadores sospechan que estaba involucrada en un alijo de hachís.