El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio,
pidió a los vecinos que no subestimaran el poder de la tormenta y que
se prepararan para lo peor. A los 70 centímetros de nieve que se pueden
acumular en algunos lugares de Nueva York, norte de Nueva Jersey,
Connecticut y Massachusetts se le sumarán vientos de hasta 100
kilómetros por hora, por eso las autoridades piden cautela extrema. Los
cuatro declararon el estado de emergencia para poder movilizar
efectivos.
La mañana del lunes
arrancó con un ligero polvo cayendo en la ciudad de Nueva York mientras
que en Boston lucía el sol. La tormenta, sin embargo, irá tomando fuerza
de forma progresiva durante la tarde del lunes y llegará a su punto más
intenso por la noche, lo que dificultará considerablemente el tráfico
de retorno a casa tras el trabajo y durante la mañana del martes.
La tormenta, sin embargo, irá tomando fuerza de forma progresiva durante la tarde del lunes.
Las primeras proyecciones hablaban de que Nueva York podía quedar
sepultada en una noche con hasta 90 centímetros de nieve. Con esa
precipitación se superaría cómodamente el récord actual, que data de
2006, cuando se registraron 68 centímetros en Central Park. La última
estimación, sin embargo, rebajaba la cantidad de nieve acumulada a entre
45 y 60 centímetros.
Andrew Cuomo, gobernador del Estado de Nueva York, se está
planteando la posibilidad de cerrar al tráfico varias de las autopistas
principales que recorren el área metropolitana y suspenderá el servicio de tren
de cercanías durante la noche. Dannel Malloy, el gobernador de Connecticut, se
anticipó anunciando una prohibición de viajes por carretera a partir de las 21
horas locales.
Bill de Blasio adoptó una medida de precaución similar, al
prohibir que se circule con coche en la ciudad de Nueva York para facilitar las
labores de limpieza, que se complicarán por la combinación de viento y nieve.
"Son medidas para garantizar la seguridad", añadió. El metro de Nueva
York operará en horario regular hasta las 20 horas y a partir de ese momento lo
hará de forma limitada.
El aeropuerto de Boston anunció, por su parte, que cerrará
al tráfico durante la noche y se mantendrá el martes las llegadas y las salidas
suspendidas hasta que las pistas estén completamente limpias. Las aerolíneas
Uniten y American cancelaron por precaución todos los vuelos para el martes en
los aeródromos de Nueva York, Boston, Nueva Jersey y Filadelfia.
Tanto las autoridades locales como estatales están pidiendo
a los ciudadanos que adapten los horarios de trabajo y que vuelvan antes a casa
para no correr riesgos innecesarios. También se les piden que eviten los
parques y que aprovechen las horas antes de la llegada de la tormenta para
comprar alimentos. El fuerte viento puede provocar problemas en el suministro
eléctrico.
Los colegios públicos estuvieron abiertos durante la mañana
del lunes en Nueva York, pero se cancelaron las actividades de la tarde y
cerrarán todo día el martes. A la espera de tener las cantidades finales de
nieve, se da por hecho que la tormenta entrará entre las diez mayores en la
historia de Nueva York. Los parqués de Wall Street esperan operar los dos días
con normalidad.