Las temperaturas máximas superan los 20 grados en Treto y Santander debido al viento sur, que de momento ha cancelado dos vuelos en Parayas.
La nueva ciclogénesis explosiva ha dejado ya rachas de
viento de 124 kilómetros por hora en Reinosa (la quinta más fuerte de
toda España) y de 93 en el aeropuerto de Santander. Y junto a ello, el
sur deja altas temepraturas en la región, donde se han superado los 20
grados en Treto y Santander.
El poderío de la borrasca que se está formando al noroeste
de Galicia presenta tintes de ciclogénesis explosiva y sus efectos darán
hoy de lleno a Cantabria. Esta vez la complicación meteorológica de esa
perturbación viene de la mano del viento Sur, que soplará muy fuerte en
las zonas más expuestas de las comarcas interiores.
El temporal por el que la Agencia Nacional de Meteorología
(AEMET) ha activado este viernes la alerta naranja (nivel de riesgo
importante) ha dejado olas de casi cinco metros de altura en Santander.
Así, la estación de Reinosa ha registrado a primera hora de
este viernes rachas de viento de 91 kilómetros por hora, rachas que
poco después alcanzarían los 110 km/h, la de Soba (Alto Miera) de 87
kilómetros, y las de Treviso y Valderredible, de 78 kilómetros por hora.
En Villacarriedo también se han alcanzado los 75 kilómetros.
De momento solo se ha cancelado dos vuelos en Parayas. La
conexión de Air Nostrum (8874) que debía salir de Madrid a las 13.05
horas y el 8875 que debía retornar a la capital cántabra. El servicio de
lanchas entre Santander y Somo y Pedreña se suspenderá durante la
pleamar.
Por su parte, dos localidades cántabras se encuentran entre
las diez de España con temperaturas más elevadas a primera hora de este
viernes debido al viento Sur que sopla en la región. Se trata de Treto
(Bárcena de Cicero), que registró 20,3 grados a las 8.00 horas (el
tercer mayor valor del país), y Santander, con 21,1 grados a las 9.00
horas.
Lo más duro se producirá en Liébana, Campoo -donde también
puede llover de forma débil- y en los valles centrales ya desde la
madrugada y hasta las seis de la tarde de hoy. Luego, amainará, pues
Aemet rebaja la alerta a nivel amarillo, pero con previsión de que las
rachas aún alcancen los 80 o 90 kilómetros por hora. En la costa, en
cambio, se dejarán sentir por la tarde fuertes vientos del Noroeste.
'Ulla', que así se ha denominado a este sexto ciclón que
castiga a la región en pocas semanas, llega por San Valentín y viene
cargado de un viento que hará que las temperaturas continúen al alza.
Cuando menos, primaverales. Sobre todo en la zona litoral, donde
alcanzará o, incluso, se superarán los 20 grados, como los que se
esperan en Santander, Castro Urdiales, Torrelavega o Cabezón de la Sal. Y
mínimas no más bajas de 7º en el interior, unos valores poco menos que
insólitos para mediados de febrero.
Pero
una vez que pase 'Ulla', ya el sábado por la tarde, Cantabria volverá a
notar el frío que arrastre el viento del Oeste que tomará el relevo al
Sur. Ese role volverá a situar las temperaturas en un estante más
invernal pues los valores caerán entre seis y ocho grados para quedarse
el sábado en máximas de 12 o 13 grados en Castro o Santander.
Eso sí, esta vez la ciclogénesis coincide con un mar de
fondo del noroeste poco potente que alcanzará las costas de la región
sin la fuerza que lo hizo la semana pasada. Lanzará olas de entre tres y
cuatro metros. De ahí que Aemet mantenga la alerta amarilla por
fenómenos costeros, pero solo por la tarde para la jornada del sábado.
Los temporales abaten aves
Además de las costas, los arenales, las infraestructuras y
los negocios, la avifauna marina también viene sufriendo la intensidad
de los fuertes temporales de estas últimas semanas sobre el Cantábrico. Y
ejemplo de ello puede ser el muestreo realizado por colaboradores de
SEO/Birdlife en las playas de la cornisa, en las que han hallado 68
araos, 32 alcas, 32 frailecillos, 10 alcatraces atlánticos, dos gaviotas
tridáctilas y una gaviota enana. También han llegado mamíferos
marinos muertos, como 12 cetáceos, la mayor parte de ellos delfines. En
Cantabria, en las playas de Castro, Liencres, Comillas y San Vicente de
la Barquera se han recogido alrededor de un cuarto de esas aves,
principalmente araos.
Agustín Carretero, de SEO/Birdlife, señala que el esfuerzo
de esas aves por la supervivencia «se está evidenciando en las playas
pues entre temporal y temporal se encuentran aves que han llegado
agotadas o muertas. Estas aves, especialmente el arao o el frailecillo,
son especies que pasan el invierno mar adentro y se quedan sin energía
por tener que soportar tantos días de lluvia, viento y oleaje intenso».
De hecho, tres de los araos que se encontraron en las playas de Castro,
por ejemplo, estaban agonizantes y otro buen puñado de ellos
desnutridos, muy debilitados y necesitados de alimento».
