Una intensa nevada ha dificultado el tránsito de vehículos por la
A-6, en especial en Guitiriz por el vuelco de un camión Los fuertes
vientos de esta madrugada han causado incidentes por caída de objetos y
ramas. Sigue la vigilancia por la crecida de los ríos.
Las nevadas han dejado a más de 5.200 niños sin clases y han ocasionado esta mañana numerosos problemas en la red viaria de Galicia, principalmente en carreteras secundarias del interior de la comunidad y también en algunos tramos de la A-6 y la A-52.
Las malas condiciones meteorológicas han
provocado que 95 centros educativos se viesen afectados. No pudieron
asistir a clases 2.272 alumnos de la provincia de Lugo, 2.034 en la
provincia de Ourense, 746 en Pontevedra y 187 en A Coruña.
En las carreteras, las mayores complicaciones por la nieve se han concentrado esta mañana en la A-6 en la provincia de Lugo. Entre los kilómetros 416 y 446, desde As Nogais hasta la localidad leonesa de Vega de Valcárcel el tráfico ha sido muy complicado. Ha habido largas colas de coches que circulaban a poca velocidad por la nieve
que cubría la autovía. Muchos coche se quedaron parados en las cunetas
porque no podían circular o porque sus conductores estaban poniendo las
cadenas.
En la A-6 en Guitiriz la nieve y el
vuelco de un camión cerca del área de servicio provocaron retenciones
kilométricas de vehículos en dirección hacia Madrid.
Nevadas y granizo
Nevadas y granizo
Hay también numerosos problemas en la red secundaria. La LU-633,
entre los kilómetros 0 y 24, en el Alto do Poio -Pedrafita do
Cebreiro-, ha tenido que ser cortada al tráfico a causa de la
acumulación de nieve. Es preciso el uso de cadenas en el corredor C.G. 2.1, entre Chantada y o Alto do Faro, concretamente entre los kilómetros 36 y 42, al igual que entre los kilómetros 8-16 de la LU- 651, en el Alto do Boi, en el municipio de Quiroga. También es necesario el uso de cadenas en la LU-530, que va de Lugo hasta A Fonsagrada, prácticamente desde el kilómetro 23, a la altura de Castroverde, y también en la LU-701, hasta el límite con la provincia de León, en el Alto do Acebo. Tampoco se puede circular sin cadenas en la carretera Nacional VI, entre los kilómetros 441 y 432, a su paso por Pedrafita do Cebreiro. también hay que extremar la precaución por la LU-540 a la altura del alto da Gañidoira, en Muras. Un vehículo se ha salido de la vía esta mañana en este punto.
También hay problemas por las nevadas en las carreteras de la provincia de Ourense. En la OU-0704 en Manzaneda, en la OU-531 en O Forriolo, en la A-52 poco después de A Gudiña entre los kilómetros 112 y 130 con prohibición de circulación para camiones y articulados y en la OU-536 en el Alto do Couso.
En la provincia de Pontevedra, los
problemas se han concentrado en el interior. Entre otras, hay
circulación condicionada en la EP-7201 y la N-541 en Forcarei, en la
PO-255 en O Covelo, en la PO-206 en Lalín, en la PO-212 en Rodeiro y en
la AP-53 y la N-525 en Dozón.
En la provincia de A Coruña, unos 15 coches tuvieron que parar la circulación a las siete y veinte de la mañana a causa de una fuerte granizada que cayó cuando circulaban por la carretera de Ordes a Montouto a su paso por la localidad coruñesa de Abegondo. El granizo ha invadido buena parte de los municipios de la comarca de Betanzos. En algunos puntos las tormentas han descargado hasta en tres ocasiones en lo que va de mañana.
Una semana de borrascas
Galicia encadenará otra semana más una serie de borrascas que prolongarán el tiempo invernal al menos hasta el lunes que viene, según las previsiones de MeteoGalicia.
«No serán ciclogénesis como las de la semana anterior, pero sí
borrascas, y la verdad es que son muchos días ya de mal tiempo, porque
esto se inició a mediados de diciembre y no va a dar tregua hasta
mediados de febrero», precisan fuentes del organismo meteorológico.
De momento, Stephanie ha dejado
esta madrugada en la comunidad gallega vientos muy fuertes y lluvias
intensas, en ocasiones en forma de tormentas con aparato eléctrico y con
granizo. Este nuevo temporal, que llegó procedente de Lisboa, activó la
alerta naranja durante la madrugada y dejó 69 incidencias, de ellas 37 en la provincia de Pontevedra y 32 en A Coruña. La mayoría por caída de ramas u otros objetos.
Esta madrugada en las zonas despejadas de A Coruña
era imposible luchar contra el viento «huracanado» que soplaba
procedente del norte. Los bomberos han tenido que realizar varias
intervenciones por caída de cristales y de un árbol cerca del hospital
Quirón. Además esta mañana se ha cortado el acceso principal a los
muelles de San Diego y Centenario del puerto por el desprendimiento de unas chapas metálicas y un vuelo que salía de Alvedro lo ha hecho finalmente desde Lavacolla.
Esta mañana ya solo permanece activa la alerta naranja en todo el litoral gallego por fuerte oleaje en el mar.
Vigilancia especial por la crecida de los ríos
Esta mañana desde el 112-Galicia se vigila con especial atención la crecida de los ríos. En especial, el Miño en Ourense, el Tambre en Ames y el Támega, que ya dio problemas ayer.
Sigue complicada la situación en Ribadavia.
El río anega zonas cercanas a la cuenca y no es capaz de desaguar en el
Miño porque este también va muy crecido. Anoche estaban en prealerta el
Avia, en Ribadavia, y el Miño, en A Peroxa, y en activación en la capital. Los embalses siguen al máximo de su capacidad.
En Bergantiños, el agua hizo
impracticables el bosque de Añón, Verdes y la carballeira de Baio. Se
inundó asimismo la zona del puente medieval de Brandomil.
En la orilla sur de la ría de Arousa, los
servicios de emergencias y los vecinos tampoco pierden de vista los
ríos. Algunos ya han superado todos los límites. Es el caso del Umia, que se salió de su cauce en puntos como Vilanoviña (Meis), donde fincas y viñedos están anegados. También el Valga
se desbordó en el municipio del mismo nombre, obligando a cortar algún
paso bajo la vía del tren e inundando varias fincas y terrenos de
cultivo.