A David Cameron le llueven las críticas por la gestión del fuerte temporal de lluvia que azota al Reino Unido. Más de 1.000 viviendas permanecen inundadas en el sur de Inglaterra, mientras el Gobierno ha desplegado 600 uniformados para ayudar a los damnificados por las inundaciones.
El primer ministro británico se reúne esta mañana con el comité de emergencia Cobra,
destinado a evaluar la situación y decidir cuáles serán las nuevas
medidas a tomar, presionado por las críticas a la lentitud con la que el
Gobierno está respondiendo a las peores inundaciones en décadas.
Los
afectados acusan al Gobierno de no haber tomado las medidas necesarias a
tiempo cuando algunas zonas ya sufrían inundaciones desde finales del
año pasado. El Reino Unido se ha visto azotado por un continuo temporal
de lluvias y vientos de hasta 120 kilómetros por hora debido a
corrientes procedentes del Atlántico. Incluso el ministro de
Comunidades, Eric Pickles, ha reconocido que no dragar los ríos en los
últimos meses fue "una equivocación".
Ante las críticas, Cameron canceló su viaje a Oriente Medio y se desplazó hasta Devon ete martes para hablar con los vecinos y conocer de primera mano sus necesidades y procupaciones.
Y tras conocer el alcance del desastre, el primer ministro británico ha advertido de que las cosas probablemente "empeoren antes de mejorar",
y que el tiempo de esperar para volver a la normalidad puede ser
"deprimente". Algunos expertos creen que se podría tardar meses.
Según ha informado este miércoles la Agencia de Medio Ambiente, se mantienen 14 alertas de inundaciones "graves" -de riesgo para la vida- en los condados próximos a Londres, por donde pasa el río Támesis -que ha crecido al nivel más alto en las últimas tres décadas- en tanto que hay otras dos para Somerset (suroeste inglés).
Llega un nuevo temporal
Además de la gran cantidad de viviendas inundadas, 1.700 hogares quedaron anoche sin suministro eléctrico
en la localidad de Datchet, a las afueras de Londres, en tanto que el
Servicio Meteorológico ha pronosticado para este miércoles otro temporal
de lluvias y fuertes vientos, por lo que lo peor podría estar por
llegar.
La grave situación en los condados próximos a Londres, como Berkshire y Surrey, ha provocado serios retrasos y cancelaciones en los servicios ferroviarios con la capital británica.
El portavoz de la Red Ferroviaria, Robin Gisby, jha dicho que, "lamentablemente", este miércoles será "otro día difícil para los pasajeros", sobre todo el trayecto que une Londres con Maidenhead, una importante ciudad de las afueras de la capital.
"Solo
tenemos cinco trenes por hora, cuando normalmente serían 12 hasta allí,
y hay retrasos de cinco, diez y quince minutos por tren", ha afirmado
Gisby.
Irlanda y Gales, también en alerta
El Ministerio de Defensa ha desplegado 600 uniformados en las zonas afectadas para ayudar en la colocación de sacos de arena, aunque no se descarta que aumente el número de soldados.
Además,
las autoridades han pedido a la población en algunas zonas de Gales que
estén "al tanto" porque pueden resultar afectadas por las lluvias de
los próximos días.
Los condados de Cork y Kerry (sur de Irlanda )también se encuentra en alerta roja
por la llegada de vientos que podrían alcanzar los 160 kilómetros por
hora, mientras algunas zonas costeras corren el riesgo de inundaciones.
Desde
finales del año pasado, el Reino Unido se ha visto azotado por un
continuo temporal de lluvias y vientos de hasta 120 kilómetros por hora
debido a corrientes procedentes del Atlántico.