Las autoridades han dado la alarma en varias regiones costeras, sobre todo en el land norteño de Schleswig-Holstein, que se extiende entre el mar Báltico y el mar del Norte al sur de Dinamarca. Se esperan en sus planicies vientos extremos de hasta 140 kilómetros por hora. Su punto álgido llegará, previsiblemente, la noche del jueves al viernes.
Con la cautela obligada ante cualquier predicción, sea del tiempo o de fútbol, cabe esperar oleaje considerable y amenazante en los puertos de Hamburgo y Bremerhaven. En octubre, un frente de similares características provocó cuantiosos daños en el norte del país. Se esperan de nuevo trenes cortados, carreteras bloqueadas y muchos árboles derribados. El frente permanecerá sobre Alemania más de un día y medio. En Bremen van a cerrar los mercados navideños durante todo el jueves. Como buena noticia, los precios de la electricidad están cayendo en las bolsas gracias al buen funcionamiento de los generadores eólicos. Ees improbable que se note en el recibo de la luz.
De la capital hanseática Hamburgo llegan noticias de cerrarán sus mercados navideños y su popular feria invernal. Las autoridades pidieron a los organizadores que “aseguren todos los objetos” que podrían salir volando o caer derribados por el huracán. Si las norias y lo abetos aguantan en pie, se verán tanto más pintorescos el viernes bajo las fuertes nevadas que anuncian los servicios meteorológicos para cuando la tempestad amaine.