- A primera hora de la tarde se tuvo que desalojar a los vecinos de las calles Antzieta, de la zona Colonia del Pilar del barrio de Martutene y del camino de Okendotegi ante la crecida del Urumea
- Continuaron los problemas en el resto de localidades guipuzcoanas próximas a las cuencas de los ríos Urumea, Oria, Urola y Oiartzun
- El miércoles se midieron 128 litros por metro cuadrado y en lo que va de mes han caído ya 450
Las lluvias comienzan a remitir, pero Gipuzkoa seguirá en alerta y vigilando las cuencas de sus ríos por lo menos hasta el mediodía. Ante la previsión de que continúen las lluvias, Euskalmet ha ampliado la alerta naranja por precipitaciones hasta las 12.00 horas, para cuando los pronósticos de la agencia vasca prevén que amaine el temporal. Asimismo, se ha activado el Plan de Vialidad Invernal en Fase de Seguimiento e Información por descenso de cota de nieve por debajo de 1000 metros.
Según ha explicado el Consistorio donostiarra hacia las 23:00 horas la situación del Urumea se ha estabilizado y en esos momentos se encontraba a una altura de 4,68 metros. A primera hora de la mañana ha llegado a los 4,9 metros pero la situación parece controlada al cesar las intensas lluvias. (ver situación en directo).
Desalojos
En la jornada de ayer, los vecinos de zonas inundables de San Sebastián, Astigarraga y Hernani,
volvieron a revivir un drama ya conocido. Los servicios de emergencia
con sus vehículos todoterreno y sus zodiac irrumpieron en el paisaje
habitual de estas calles castigadas con frecuencia por las crecidas del Urumea. Con ambos ojos fijados en su caudal, los vecinos sobrellevaron como pudieron un día que se les hizo muy largo. La situación en la cuenca del Oria fue más tranquila, aunque también hubo que vigilar sus aguas continuamente. El caudal asustaba a cualquiera que lo observara pero no hubo mayores inconvenientes que la precaución de alejar los vehículos del río en Lasarte-Oria y Andoain.
Los mayores problemas por lo tanto se focalizaron en los puntos habituales, especialmente Astigarraga y los barrios donostiarras de Martutene y Txomin donde algunos vecinos fueron evacuados desde primera hora de la tarde. Habituados ya a sufrir estos sustos, los habitantes de estas zonas se mostraban ayer cansados, irritados y también impotentes ante una nueva crecida del río Urumea que volvía obligarles a estar en alerta por posibles inundaciones. Ante la visita del alcalde de San Sebastián los vecinos desalojados de Okendotegi o la zona del Pilar mostraron su enfado por la falta de previsión por parte de las autoridades así como por los niveles de agua acumulada en el Añarbe y las maniobras de desembalse.
Aguas del Añarbe tuvo que realizar durante la noche del miércoles al jueves un desembalse "cuidadoso, medido y legalmente obligado" de volúmenes desde la presa de Añarbe al río Urumea. El problema se hizo mayor durante la mañana del jueves. A las 09:30 horas la 'Mesa de crisis' del Plan especial de emergencias era consciente de que la nueva previsión de lluvias en la cabecera de los ríos Añarbe y Urumea. iba a obligar a un nuevo desembalse.
A las 12:15 horas se procedía a realizar la citada maniobra lo que suponía un incremento inevitable del caudal desembalsado y que volvía a poner en peligro a las zonas que habitualmente se inundan. El nivel del río fue subiendo hasta alcanzar una altura máxima de 4,7 metros volviéndose a registrar inundaciones donde ya las hubo el miércoles.
A media tarde el río Urumea se desbordaba en varias zonas tras volver a registrar el nivel de alerta roja en Hernani y Martutene. Ante la crecida del río y las previsiones el Ayuntamiento de San Sebastián se veía obligado a suspender el pleno previsto para este jueves
Los cortes de luz y el cierre al tráfico de varias carreteras se repitieron a lo largo del día, en que se ha mantuvo operativo el servicio de autobuses al centro comercial de Garbera, zona adonde habitualmente trasladan los vecinos de estas áreas sus vehículos ante un riesgo de inundación.
Las líneas de autobuses que comunican el barrio con otras zonas de San Sebastián llegaban hasta Patxillardegi, donde se conectan con un servicio lanzadera en microbús para completar el trayecto.
El alcalde de la ciudad, Juan Karlos Izagirre, recorrió la zona y señaló que no era día para "estar encerrado" en el Ayuntamiento, por ello se suspendió el pleno que se iba a celebrar ayer. De los vecinos quiso destacar el comportamiento "ejemplar" y reconoció entender su "enfado" acumulado durante años por la persistencia de las inundaciones, aunque subrayó que "durante esta legislatura se dará una solución definitiva" a este problema.
También la consejera de Medio Ambiente, Ana Oregi, junto con el director de la Agencia Vasca del Agua (Ura), Iñigo Anzola, y el viceconsejero de Seguridad, Josu Zubiaga, se desplazaron a la zona afectada para comprobar los efectos del temporal.
Las precipitaciones originaron además varios desprendimientos en la red viaria guipuzcoana. La carretera de acceso a Leitza tuvo que cerrarse, al igual que la N-634 en Usurbil y la vía que une Pasai Donibane con Lezo. Otro desprendimiento registrado esta mañana ha obligado a cortar un carril de la N-634 a su paso por Getaria.
El temporal también obligó a desviar a primeras horas a Pamplona un vuelo procedente de Madrid con destino San Sebastián.
Alerta hasta el mediodía
La Dirección de Atención de Emergencias y Meteorología del Gobierno vasco mantiene hasta el mediodía de esteviernes la alerta naranja por precipitaciones persistentes en la zona Este de Gipuzkoa. Ayer se dio por inalizado el aviso amarillo por riesgo marítimo-costero.
Por otro lado, este viernes, desde las tres de la madrugada y hasta las seis de la tarde, se activará el aviso amarillo por nieve en el interior ya que la cota descenderá durante la madrugada desde los 1.500 metros hasta situarse en torno a los 800 metros para el resto del día. Los espesores oscilarán entre 2 y 10 centímetros a 1.000 metros.
