Pradilla y Borquiñeni tienen todo preparado para actuar, si fuera necesario, ante la crecida del río.
Según las previsiones de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) la punta de la crecida llega este viernes a los pueblos aragoneses y se prevé que supere los 2.500 metros cúbicos.
La punta de la avenida ha pasado por Castejón (Navarra) con 2.400 metros cúbicos por segundo por lo que se prevé el mismo caudal en Novillas, primer pueblo afectado de tierras aragonesas, según informan la DGA.
Pero la noche de este viernes, la localidad de Novillas se ha visto afectada por el Ebro. Más de 15 viviendas han quedado inundadas y dos han tenido que ser desalojadas por la punta, según informa el alcalde del municipio, José Ayesa.
"A pesar de todo hemos tenido suerte porque en Navarra se ha
resquebrajado un terraplén y ha amainado la crecida en Novillas",
explica Ayesa, quien asegura que "la noche ha estado agitada, porque entraba agua por todas partes, a pesar de que las unidades de emergencia han trabajado para intentar sacar el agua".
"El río está estable durante esta mañana", comenta Ayesa pero "las zonas profundas del municipio están inundadas de agua"
Los efectivos de Bomberos y de la Unidad Militar de Emergencia han estado trabajando durante toda la noche en las labores de achique de agua, principalmente en Novillas, en la Ribera Alta del Ebro, según la DGA.
Por su parte, las localidades zaragozanas de Boquiñeni y Padrilla aseguran que todo está preparado para actuar, si fuera necesario, ante la llegada de la crecida del río Ebro.
Desde política territorial del Gobierno explican que la crecida viene más rápida
de lo que estaba previsto. Por tanto, se adelantará la llegada de la
misma en los municipios aragoneses de Novillas, Pradilla, Boquiñeni,
Alcalá de Ebro y Cabañas.
El alcalde de Borquiñeni, Miguel Ángel Sanjuán ha
señalado que la “gente está preocupada por la avenida del río, pero que
todo está preparado para la realización de cualquier actuación”.
Sanjuán ha querido reivindicar que el problema es la limpieza: “La CHE no permite limpiar el río, lo que provoca que se amontone suciedad, el nivel del agua aumente y la crecida sea mayor".
Por ello, el alcalde de Borquiñeni asegura que su preocupación actual es
que se limpie el río y que se destinen ayudas para que los daños que
cause la crecida en instalaciones y campos se reparen.
Desde el municipio de Pradilla, su alcalde, Luis Eduardo Moncín, ha explicado que "el río va subiendo poco a poco".
Esta noche esperan la punta de la crecida del Ebro, pero "están
tranquilos", señala Moncín, porque todos los medios están listos.
El Gobierno de Aragón asegura que "las previsiones son buenas". Las temperaturas vuelven a bajar en zonas del Pirineo.
Así, se reduce la fusión de la nieve y el deshielo se frena, con lo que
no hay nuevas aportaciones de agua al caudal del río. Por tanto, la
crecida se mantendrá más estable.