Aemet adivierte del peligro de una subida considerable de los cauces
en el Cantábrico oriental, valle de Arán y Cuenca del Ebro por la
subida de la cota de nieve y el deshielo tras el paso de un frente
cálido.
Pasada la alarma por el temporal de grandes olas (de hasta siete metros
de altura) que ayer azotó el litoral cántabro, ahora la preocupación se
centra en los ríos, que llevan todo el mes de febrero acumulando grandes
cantidades de agua por las continuas precipitaciones en la región. Como
ejemplo, los 36,6 litros por metro cuadrado registrados ayer en Treto,
que va camino de marcar su récord histórico para un mes de febrero y en
la jornada de ayer marcó el máximo nacional de lluvia durante buena
parte del día.
Este martes todos los ríos de la cuenca del Cantábrico permanecían en
umbrales normales, pero la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ya
advertía ayer en un comunicado del peligro de que el cauce de los ríos
aumente "significativamente" en los próximos días como consecuencia de
la progresiva subida de la cota de nieve hasta los 1.500 metros a lo
largo de este miércoles por el paso de un frente cálido. Esta subida de
la cota de nieve hará que las precipitaciones caigan en forma de lluvia,
provocando importantes deshielos tras las importantes nevadas de las
últimas semanas. De hecho, esta noche las mínimas han subido
consideramblemente y los hasta tres grados bajo cero de ayer en la zona
de Valderredible, se han quedado hoy en 0 o por encima de 0 en
Polientes, Cubillo de Ebro o Reinosa, con 3,2 grados.
Ante esta mejoría de las temperaturas, desde Aemet se avisa de que el deshielo puede hacer
crecer considerablemente los cauces de los ríos en el Cantábrico
oriental, valle de Arán y cuenca del Ebro, por lo que Cantabria, y muy
especialmente las localidades por las que discurren los cauces de los
ríos, permanezcan atentas para evitar que se produzcan inundaciones como las acaecidas a finales de enero en Ampuero, Cabezón de la Sal, Val de San Vicente o Entrambasaguas, entre otras zonas.