Las localidades de Pradilla y Boquiñeni han sido desalojadas a primeras horas de la mañana por protección civil como medida de precaución.
El repunte que ha experimentado el caudal del río Ebro a su paso por los municipios de Pradilla de Ebro y Boquiñeni, alcanzando los 8 metros de altura en el primero de ellos, ha hecho aconsejable activar el desalojo.
En el caso de Pradilla de Ebro, el alcalde ha activado su propio plan de emergencias
por inundaciones y se ha procedido a evacuar a las personas mayores,
niños y mujeres al polideportivo de Tauste, si bien algunos vecinos se
están alojando en viviendas particulares.
Técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro están vigilando la
mota de contención y se están realizando labores de recrecimiento de la
misma con camiones de tierra.
En Boquiñeni se ha activado inicialmente el plan de evacuación,
si bien, tras el análisis de los técnicos se ha rebajado el nivel de la
emergencia. En este momento permanecen evacuadas unas 150 personas en
el polideportivo de Luceni y 7 personas con movilidad reducida han sido
trasladadas a la residencia de Figueruelas.
Técnicos de la CHE vigilan, además, los municipios de Alcalá de Ebro y Cabañas.
Se ha cortado la carretera A-126 (Alagón-Remolinos) entre los puntos kilométricos 37 y 54, según informa la DGA. También permanece cortada la A-127, en el kilómetro 8. en dirección a Gallur. Se ha habilitado un paso alternativo.
En Novillas, sin embargo, la tranquilidad vuelve poco a poco a la
localidad después de que haya pasado la punta de la avenida y el caudal
haya comenzado a bajar.
En estos momentos y desde las 7.30, la presidenta Luisa Fernanda Rudi y
el consejero de Política Territorial Antonio Suárez se encuentran
reunidos en el Centro de Coordinación Operativa de Emergencias del 112
para valorar la situación.