Llevaban temiéndolo varias semanas y al final el agua les ha llegado,
más que a la puerta de su casa, al suelo de sus subterráneos. Varias
comunidades de vecinos de los barrios del Arrabal y de Vadorrey llevan varios días sufriendo de nuevo las consecuencias de las filtraciones provocadas por la elevación del freático por las avenidas del río Ebro a su paso por la ciudad de Zaragoza, lo que ha provocado numerosos inconvenientes.
"Los agricultores son afectados, pero también los vecinos ribereños, y
es necesario que se tomen medidas", comentaba este lunes un airado Pablo
Polo, desde la Asociación de Vecinos Vadorrey. Las entidades vecinales
de este barrio y del Arrabal, hastiadas de ver como riada tras riada
viven estos problemas, acordaron solicitar una reunión con el consejero de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza,
Carlos Pérez Anadón, y con el presidente de la CHE, Xavier de Pedro,
para tratar el problema e instar a "una solución que sea definitiva".
En Vadorrey las filtraciones han afectado a los trasteros de la
Urbanización Parque Oriente, y a la Urbanización Vadorrey, donde los
garajes se han inundado entre 5 y 15 centímetros, lo
que ha obligado a los vecinos a aparcar sus vehículos en las calles. Las
filtraciones comenzaron el jueves, por lo que desde el viernes se ha
estado achicando agua con bombas.
Pero los inconvenientes no han quedado ahí, puesto que las tomas de aire
de las bombas de la caldera de la calefacción de esta comunidad
quedaron sumergidas y dejaron de funcionar, por lo que el sábado los
vecinos estuvieron sin calefacción, y "estamos hablando de más de 1.500 personas",
remacha Polo, quien explica que en la avenida de los días 2 y 3 de
febrero "el agua tardó tres días en entrar, se achicó y se secó, pero
ahora ha tardado escasamente un día".