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miércoles, 18 de febrero de 2015

LA RIADA DEL EBRO NO REMITE Y EL CAUDAL VUELVE A SUBIR EN LOGROÑO

La Confederación Hidrográfica hace hueco en la presa de Mequinenza para evitar los efectos de la crecida en Cataluña.
La nueva crecida del Ebro que comenzó el pasado lunes y que ha vuelto a inundar miles de hectáreas en el tramo medio, especialmente entre Navarra y la porción aragonesa de este río, todavía no ha remitido y el caudal sigue subiendo a su paso por Logroño.
A primera hora de la mañana de este miércoles, el Ebro superaba los cuatro metros de altura a su paso por la capital riojana y pasaba de los seis metros y medio aguas abajo, en Castejón (Navarra), donde el río pasa con un caudal de 1.637 metros cúbicos por segundo.
En el tramo aragonés, ayer martes empezaron a sentirse los efectos de esta nueva crecida, después de la que tuvo lugar hace un par de semanas y que inundó más de 8.000 hectáreas. Cuando muchos campos seguían cubiertos de agua, la nueva riada ha vuelto a empantanar campos de cultivo en términos municipales situados entre el límite con Navarra y la capital aragonesa. En Novillas el agua ha vuelto a cubrir unas 800 hectáreas agrícolas.
A Zaragoza ciudad llegará la crecida este jueves, y sus efectos empezarán a sentirse a partir de entonces en la ribera baja del Ebro a su paso por Aragón.
Mientras tanto, la Confederación Hidrográfica del Ebro lleva más de una semana desembalsando la presa de Mequinenza (Zaragoza), que actúa como contención de las crecidas del Ebro en su tramo catalán.
Tras la riada de hace quince días, el gran embalse de Mequinenza llegó a estar al 95,66% de su capacidad. Desde entonces, en previsión de que pudieran producirse nuevas crecidas que tuvieran que ser amortiguadas por este embalse para que no llegaran con efectos dañidos al tramo catalán del Ebro, la CHE empezó a aliviar esta presa. A primera hora de este miércoles Mequinenza estaba al 85% de su capacidad.