Una nueva tormenta de nieve y vientos gélidos azotaba el domingo la esquina noreste de Estados Unidos, con casi cero visibilidad en las zonas costeras, el cuarto ataque de clima invernal en menos de un mes.
Regía un alerta de tormenta de nieve en las poblaciones costeras de Rhode Island a Maine hasta el lunes y se pronosticó un frente frío con temperaturas mínimas de -24 centígrados (-10 Fahrenheit) para el domingo por la noche en partes de la región.
Con cúmulos de nieve de más de dos metros (seis pies) en algunas zonas debido a tormentas anteriores, las cuadrillas se esforzaban por mantener abiertas las calles.
El Servicio Meteorológico dijo que durante la mañana cayó hasta medio metro (20 pulgadas) de nieve en algunas poblaciones. El sur de la zona de Nueva Inglaterra podría recibir bastante más, antes de que pase la tormenta.
"Lo mejor que puede hacer la gente es quedarse en casa, quedarse adentro", dijo el meteorólogo William Babcock.
Los gobiernos de Massachusetts y Rhode Island pidieron a los automovilistas que no salieran.
El gobernador de Massachusetts, Charlie Baker, dijo el domingo por la mañana que la marea alta no fue tan grave como se había previsto, pero advirtió que los vientos de hasta 100 kph (60 mph) podrían causar apagones.
Casi 400 vuelos fueron cancelados en el aeropuerto internacional Logan de Boston. La autoridad de transporte canceló todos los servicios de tren, autobús y transbordador en la zona de Boston el domingo.
Babcock dijo que podría haber ráfagas huracanadas de 120 kph (75 mph) en el cabo Cod. Las autoridades advirtieron sobre posibles apagones y que las zonas costeras podían sufrir inundaciones y erosión de las playas.
Massachusetts convocó a cientos de efectivos de la Guardia Nacional para ayudar a quitar la nieve y la base aérea Hanscom en las afueras de Boston habilitó su playa para recibir topadoras provenientes de ocho estados del noreste.