El balance de supervivientes ha aumentado tras localizar con vida a uno de los náufragos. Al parecer, ha llegado agarrado a una madera a una pequeña isla del océano Atlántico. "Le hemos avistado y le hemos llevado a un lugar seguro", ha dicho el portavoz de la Guardia Costera de Estados Unidos, Jon Paul Ríos.
El pasado martes, el teniente Origin Deleveaux, uno de los portavoces de las Fuerzas de Defensa de Haití, informó de que habían conseguido rescatar a 110 náufragos que estaban aferrados al casco de la embarcación.
Aviones y helicópteros de la Guardia Costera arrojaron botes hinchables para que los emigrantes pudiesen "nadar hacia ellos", lo que llevó a que hubiese "muchas personas en el agua", según un portavoz de los servicios de seguridad estadounidenses, Mark Barney.
La embarcación, de unos 12 metros de eslora, volcó unos 28 kilómetros al suroeste de la isla de Staniel Cay con más de un centenar de personas a bordo, aunque el número exacto todavía se desconoce.
Hasta ahora, los equipos de rescate han recuperado diez cadáveres, pero los medios de comunicación locales apuntan a que podría haber hasta una treintena de fallecidos. De momento, este extremo carece de confirmación oficial.
Las autoridades bahameñas se han hecho cargo de la investigación del naufragio y estudian repatriar a los migrantes haitianos que se recuperan en centros médicos de la isla de Nueva Providencia.
Por otro lado, Ríos ha revelado que han avistado otro bote de emigrantes haitianos cerca de la isla de Ragged, ubicada unos 145 kilómetros al sur del lugar del naufragio, pero ha aclarado que no está en peligro.
Haití y la ciudad de Miami se encuentran a una distancia de 965 kilómetros. La Guardia Costera estadounidense ha cifrado en 346 los haitianos interceptados en la estas aguas durante los últimos dos meses.
