El secretario de Defensa norteamericano, Chuck Hagel, ha ordenado al
Comando del Pacífico movilizarse para apoyar a Filipinas en las tareas
de ayuda humanitaria tras el devastador paso del tifón Haiyan.
La decisión del Pentágono
se tomó a petición del Gobierno de Filipinas, que estima que el número
de muertos por el tifón puede superar las 10.000 personas.
Por el
momento, la ayuda incluirá rescate de víctimas o distribución de
productos humanitarios básicos entre los afectados, además de
sobrevuelos para determinar las necesidades de asistencia adicionales.
Las tropas estadounidense en el archipiélago japonés de Okinawa y en Hawaii están preparadas por si deben desplazarse, según indicó el Comando del Pacífico.
"El
foco inicial incluye búsqueda y rescate marítimo de superficie, apoyo
con helicópteros de transporte, rescate aéreo y apoyo en transporte y
logística con aviones", indicó el Pentágono en una nota de prensa.
La Administración del presidente Barack Obama
ha puesto 100.000 dólares a disposición de la embajada estadounidense
en Filipinas para ayuda "en salud, agua e instalaciones sanitarias y de
higiene".
El Departamento de Defensa estadounidense seguirá
supervisando la situación en el país en coordinación con la Agencia de
Desarrollo Internacional de EEUU, USAID, y la embajada norteamericana en
Manila para "ayudar a nuestro aliado a recuperarse de la tormenta".
El
tifón, bautizado con el nombre de Yolanda por las autoridades
filipinas, ha destruido entre el 70 % y el 80 % de la localidad de
Tacloban, capital de la provincia de Leyte, con una población de 220.000
personas, explicó a los medios el jefe de la Policía regional, Elmer
Soria.
"Según las estimaciones de la gobernación provincial, habrá
unas 10.000 víctimas mortales" solo en la isla de Leyte, declaró Soria.