El día ha empezado en Euskadi con lluvias intensas que han
generado enormes balsas que complican el tráfico. Las grandes charcas en
la calzada "son generalizadas" en toda la red viaria, según han
advertido fuentes del departamento vasco de Seguridad. Y, tras varias
horas con intensas precipitaciones, la situación en la carretera ha ido a
peor. A primera hora los problemas con las balsas se centraban en zonas
como La Avanzada, Santo Domingo o la recta de Ugarte. Sin embargo, poco
después han empezado a multiplicarse por todo el territorio -Galdakao,
Kortezubi, zona baja de Berango...-, relentizando la circulacón y
obligando a los conductores a actuar con un plus de cautela. Ante esta
situación, operarios de Obras Públicas de la Diputación y también de los
ayuntamientos se afanan en limpiar las arquetas para que desaguen lo
mejor posible mientras que efectivos de la Ertzaintza señalizan las
zonas encharcadas.
Además, con los suelos ya totalmente saturados, los cauces
más problemáticos están siendo estrechamente vigilados, ya que bajan
repletos. A primera hora de esta mañana se ha producido el primer
desbordamiento, el del río Butron a su paso por Urduliz, en la zona de
Zabalbidea, que ha quedado anegada. Además, según ha informado el
Departamento de Seguridad, las aguas de un arroyo también han abandonado
su curso en Berango, en los alrededores de Eroski y de la zona de
acceso a Kurtzes, donde se registran grandes balsas de agua. Aunque no
han sido desbordamientos importantes, han afectado a zonas urbanizadas.
En Bilbao, sin embargo, la situación parece estar más
tranquila. A pesar de que las precipitaciones no cesan, la Mesa de
crisis del Ayuntamiento de Bilbao ha descartado ya que se produzcan en
las próximas horas desbordamientos "de importancia" de la ría del
Nervión, aunque mantiene la vigilancia y las medidas preventivas
establecidas ayer. Según ha informado el Consistorio, la ría desagua
"con total normalidad" y no se espera que las aguas se salgan del cauce,
ya que las previsiones meteorológicas pronostican una "cierta tregua"
en las precipitaciones hasta media tarde, momento en el que se volverán a
intensificar. Asimismo, el río Gobela, a pesar de su largo historial de
inundaciones, no presenta visos de ir a desbordarse. Según las
autoridades, "va crecido", pero existen pocas posibilidades de que se
salga del cauce.
Hoy estamos en alerta naranja por lluvias en Bizkaia y
Gipuzkoa. "En una situación normal, con los 60 litros por metro cuadrado
en 24 horas que esperamos en la Cornisa Cantábrica, estaríamos en aviso
amarillo", matiza José Antonio Aranda, jefe de meteorología de
Euskalmet. Pero llueve sobre mojado. El lunes y el martes hubo
precipitaciones intensas, ayer el cielo siguió descargando, y hoy llega
lo más duro. "Los ríos ya están altos y el suelo está saturado de agua,
ya no absorbe más", dice el responsable de la Agencia Vasca de
Meteorología. Así que todo lo que caiga irá a los cauces y se genera un
riesgo que justifica la alerta naranja. En Álava, el problema puede ser
la nieve.
Asimismo, se está realizando un seguimiento intensivo de
las cuencas más sensibles de los ríos en Euskadi. Especial atención
presta la Agencia Vasca del Agua (URA), que trabaja en coordinación con
Euskalmet y con las diputaciones afectadas. La situación de emergencia
afecta a buena parte de España, ya que un total de 27 provincias están
hoy en alerta por lluvia, nieve, viento o fenómenos costeros.
No como en 1983
En realidad, desde la Agencia Vasca de Meteorología señalan
que "ni mucho menos" estamos ante una situación extrema que nos acerque
a lo ocurrido en 1983 y que lo normal sería que este episodio se
saldase sin complicaciones. Sin embargo, y para evitar desastres, es
mejor prevenir. Lo hizo ya ayer el Ayuntamiento de Bilbao, que colocó
sacos terreros en las zonas de mayor riesgo de inundabilidad (Olabeaga,
Ribera de Deusto, Zorrotzaurre, Elorrieta y Casco Viejo). Además,
operarios municipales revisaron los sistemas de recogida de aguas y
alcantarillado para garantizar que se encuentran en perfecto estado. Un
buen número de municipios han tomado medidas semejantes, como Santurtzi,
donde ayer se limpiaron las zonas más delicadas para evitar
embalsamientos de agua.
Lo mismo hicieron en el Ayuntamiento de San Sebastián, que
además alertaron a los vecinos de los barrios de Txomin y Martutene, los
que tienen más riesgo de sufrir riadas, para que desalojen los bajos y
eviten pérdidas materiales. También en Gipuzkoa, ayer se empezó a
desembalsar agua de la presa del Añarbe para mantener una alta capacidad
de retención en prevención de lo que caiga hoy y mañana.
Porque el riesgo se mantendrá hasta la tarde de mañana.
Previsiblemente, serán 48 horas de lluvia casi ininterrumpida que,
además, obligará a extremar la atención en la carretera. De hecho, la
red vial vasca volvió a registrar ayer incidentes por el agua embalsada
sobre el asfalto. Tierra adentro las cosas serán diferentes. En Álava no
hay riesgo de inundaciones y la cota de nieve, tras haber estado ayer
en los 500 metros, hoy subirá hasta los mil (aunque por la noche se
mantendrá en 700). Eso sí, mañana vuelve el frío y la cota de 500, por
lo que ayuntamientos y autopistas ya tienen preparados sus quitanieves.
El fin de semana será más tranquilo. Según el pronóstico de
Euskalmet, las temperaturas bajarán algo pero la lluvia remitirá.
Aunque las precipitaciones no cesarán, su intensidad será mucho menor.