El Gobierno está en “alerta
permanente” y ahora centra su atención por la crecida de ríos en los
municipios benianos de San Joaquín, San Ramón, Puerto Siles y
Exaltación, y está pendiente del crecimiento de los caudales de tres
afluentes del Mamoré y de la posible inundación de Guayaramerín.
“Si bien en Trinidad y Santa Ana de Yacuma han bajado las aguas, lo
crítico ha pasado a Puerto Siles, San Joaquín, San Ramón y Exaltación,
donde han ido subiendo las aguas y en algunos casos anegaron parte de
esas poblaciones”, informó ayer el ministro de Defensa, Rubén Saavedra,
en un programa de radio Kawsachun Coca que dirigió el presidente Evo
Morales, desde Lauca Ñ, en el trópico de Cochabamba.
En San Ramón y Exaltación el caudal del agua creció 40 centímetros; en
San Joaquín, 60 centímetros, y Puerto Siles se encuentra inundado,
resaltó el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana. Saavedra
añadió que entre el domingo y el lunes se evacuó con helicóptero a 30
personas de Exaltación, que está parcialmente bajo las aguas.
Ayuda. El Ministro de Defensa indicó que ayer entregarían dos toneladas
de vituallas y dos botes Zodiac para el auxilio en San Joaquín, 50
carpas para San Ramón, otras 20 para Puerto Siles y alimentos para
Exaltación. Además, un barco-hospital cerca de San Joaquín y Puerto
Siles sacará a la población en caso de emergencia: tiene capacidad para
100 personas y en éste pueden hacerse operaciones quirúrgicas menores.
“La semana pasada empezó a bajar el agua en Trinidad (crecida causada
por las lluvias), donde ya no hay riesgos, y desde el fin de semana
también empezó a bajar el agua en Santa Ana de Yacuma”, ratificó el
Primer Mandatario a través de Radio Kawsachun Coca. Por el contrario,
los ríos Piraí, Yapacaní e Ichilo están aumentando su caudal.
Saavedra subrayó que su ministerio entregó dos embarcaciones “peque
peque” y dos a motor fueraborda a indígenas movimas de Santa Ana de
Yacuma para la evacuación, tanto de personas como de ganado, y seis
bombas de agua (cuatro de ellas, gracias al apoyo de Yacimientos
Petrolíferos Fiscales Bolivianos) para sacar el agua de la población.
En total, cerca de 1.900 personas fueron evacuadas hasta el momento de
zonas inundadas, hay 60.000 familias afectadas y la ayuda ha llegado a
42.000 de ellas, de acuerdo con el Ministro de Defensa. La ayuda
humanitaria ha sumado 2.000 toneladas: la mitad aportada por el Gobierno
nacional y, la otra, por gobernaciones, municipios y campañas
solidarias.
“Estamos
trabajando ya en previsión de lo que pueda ocurrir más al norte del país
porque sabemos que las aguas (afluentes del Mamoré) van a llegar, por
ejemplo, a Guayaramerín. Ya el COE (Comité de Operaciones de Emergencia)
municipal se ha activado luego de una evaluación de daños”, señaló
Saavedra. Se ha contabilizado 250 familias afectadas por la crecida de
las aguas en esta población de Beni. “Se ha enviado ya ayuda
humanitaria, alimentos y vituallas a esa región y lo vamos a continuar
haciendo los siguientes días”.
El titular de Defensa señaló también el martes que una comisión “de
alto nivel” llegará de Brasil para hacer un estudio conjunto con
expertos bolivianos para analizar si las represas brasileñas de Itapú y
San Antonio, construidas sobre el río Madera, han tenido que ver en las
inundaciones.
Emergencia nacional
Previsión
En Guayaramerín se instalarán 12 albergues para resguardar a los posibles afectados por la crecida del Mamoré.
Santa Cruz
Los ríos Piraí y Yapacaní han crecido cinco centímetros, y el Ichilo, seis, según reportes.
El Estado invertirá $us 27 MM en Riberalta
El Ministerio de Medio Ambiente y Agua invertirá cerca de $us 27
millones en el municipio beniano de Riberalta para la instalación de
nuevas redes de alcantarillado y agua potable, así como para la
ampliación y mejora de la planta de tratamiento de aguas residuales,
según declaró el presidente de esta cartera, José Zamora, informó
Bolivia Tv.
Las obras
comenzarán a mediados de agosto y son parte del Programa de Agua Potable
y Alcantarillado Periurbano. Gracias a este proyecto se dará cobertura
total a la población de Riberalta, de la cual, actualmente, tan solo el
15% tiene acceso a un sistema de alcantarillado y el 20%, a agua
potable, señaló el ministro.
La financiación de estas obras proviene de la Agencia Española de
Cooperación Internacional para el Desarrollo y del Banco Interamericano
de Desarrollo, que será pagado por el Tesoro General de la Nación.
Debido a los problemas derivados de las fuertes precipitaciones que
afectan a la zona, donde incluso se dio el rebalse de aguas residuales,
la idea inicial será modificada. “Vamos a rediseñar alguna parte del
proyecto, que ya lo teníamos prácticamente aprobado, para que lo que
pudo haber afectado no vuelva a ocurrir”, indicó Zamora.