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jueves, 6 de marzo de 2014

EVACUAN HOSPITAL EN SEGOVIA - COLOMBIA POR PELIGRO DE DERRUMBE

El Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres, Dagrd, ordenó la evacuación inmediata del hospital del municipio de Segovia, Antioquia, ante el inminente riesgo de caída, tras la aparición de grietas en la estructura producidas por una explotación minera ilegal que ya fue sellada.
El director del Departamento Administrativo del Sistema de Prevención, Atención y Recuperación de Desastresl, Dapard, César Hernández, expresó que el informe que se entregó “requiere que la Alcaldía Municipal traslade lo más pronto posible la totalidad del hospital” y las viviendas aledañas a este lugar.
La actividad minera en los alrededores del barrio Briceño está afectando el subsuelo. Hay grietas en casi todas las casas, el hospital y el templo.
"El agrietamiento en este sector de Segovia ya es endémico, Dios quiera que no se convierta en un Gramalote 2", dice el padre John Patiño, sentado en el altar de la parroquia del Santo Cristo.
Alude a la tragedia de Gramalote, aquel pueblo de Norte de Santander derrumbado hasta los cimientos por una falla geológica en 2010, para describir, a modo de parábola, lo que podría suceder en el barrio Briceño de Segovia, si las autoridades no hacen una intervención pronta y radical.
El cura contempla la parte superior de una columna, resquebrajada por una fisura que amenaza con alcanzar los vitrales de los ángeles. Su daño, sin embargo, no es tan grave como el del vecino, el hospital San Juan de Dios, donde hace dos meses las grietas se extendieron por las paredes como los rayos en un cielo de tormenta.
Las salas de maternidad, de esterilización y de hospitalización fueron evacuadas ante la inminencia de un desplome. A los pacientes los reubicaron en otros salones de manera temporal, aunque podría resultar en algo definitivo dada la severidad del problema.
Las hendiduras empeoraron el pasado 7 de febrero, cuando un temblor de 5,4 grados en la escala de Richter, con epicentro en la lejana Santander, sacudió el hospital.
"Estábamos aquí cuando empezó el sacudón. La gente de hospitalización sintió miedo y se dispersó, los otros fuimos a los puntos de evacuación", cuenta Wilfrido Gómez, el jefe de Enfermeros. "Cuando regresamos, nos dimos cuenta de que la pared se abrió más".
El movimiento telúrico sorprendió al padre John en su casa. Vio que el cableado eléctrico de la cuadra se tambaleaba y corrió a la iglesia por puro instinto. "¡Se acabó de partir eso…", pensaba en la carrera, recordando la fisura de la columna. Mas su Patrón, cree, le echó una mano desde el cielo, y el concreto resistió.
El pronóstico del centro médico, en cambio, es reservado y con tendencia a terminal. "Remodelar estas partes del hospital, en estas condiciones, es imposible", se lamenta el gerente Luis Genez, en un recorrido por los pasillos fisurados y los cuartos desalojados. Hay huecos que atraviesan paredes de arriba a abajo y dejan ver las caras preocupadas de la gente al otro lado del ladrillo.
La edificación fue construida en tres etapas, comenzando hace 75 años. Las primeras bases, que son el 70% de la estructura, se levantaron sin las debidas normas urbanísticas, ni estudio de suelos ni sismorresistencia, según un informe de la Gerencia entregado al Concejo Municipal (28/1/14).
Y así, viejo y destartalado, es el principal centro médico para unas 50.000 personas, incluyendo a la población flotante que llega a Segovia buscando hallar la fortuna en una pepita de oro. Atiende en promedio tres partos diarios y 2.496 consultas médicas al mes.
 Pero no es por antiguo que el hospital se está despedazando. El barrio Briceño padece del mismo mal. La causa verdadera todo el mundo la conoce, aunque pocos vecinos la denuncian por miedo: la minería ilegal, riqueza y al mismo tiempo maldición de Segovia.