El fuerte oleaje derriba un nuevo tramo del dique de Cudillero
Ni antes de los temporales que azotaron con saña Asturias a principios del mes pasado
se habían pintado las cosas tan feas. La combinación de una profunda
borrasca centrada sobre las islas Británicas y un potente anticiclón en
las Azores mantiene hoy al Principado en alerta roja por fenómenos costeros -el nivel máximo de riesgo en la escala de emergencias- que traerán consigo olas que pueden llegar a superar los once metros de altura durante
la segunda mitad de la jornada. Además, la Agencia Estatal de
Meteorología (Aemet) también le ha colgado a Asturias el cartel de riesgo importante por vientos -con rachas máximas de hasta 130 kilómetros por hora- y prevé copiosas nevadas en algunas zonas del territorio regional.
La racha más fuerte hasta el momento en Asturias, y la quinta del país, de 113 kilómetros por hora, se ha registrado a las 14.30 horas en el concejo de Cabrales.
Además, se han registrado rachas de 109 kilómetros por hora en la zona del aeropuerto, la sexta más fuerte del país; de 90 en Llanes; de 89 en Gijón, y de 78 en Oviedo.
En cuanto a las nevadas, la Aemet a ha señalado que nueve puertos de montaña precisan el uso de cadenas para poder circular por sus calzadas en la red regional de carreteras del Principado.
Los
altos afectados son El Palo, Pozo de las Mujeres Muertas y Alto de La
Marta, en Allande; Leitariegos y El Connio, en Cangas del Narcea;
Cerredo y Alto del Campillo, en Degaña; El Acebo, en Grandas de Salime, y
Tormaleo, en Ibias.
También son necesarias las cadenas en la
carretera AS-361 (El Gumio-Alto de la Garganta), en Villanueva de Oscos,
mientras que la carretera LN-8 (Tuiza-La Cubilla), en Lena, se
encuentra cerrada al tráfico.
Nuevo destrozo en el dique de Cudillero
El
fuerte oleaje registrado en el litoral asturiano, que se encuentra en
alerta roja por olas de hasta diez metros, ha provocado esta tarde
nuevos destrozos en el dique de Cudillero.
El mar, que ya provocó en los temporales del mes pasado un boquete de
unos cincuenta metros, ha roto otro tramo del dique de varias decenas de
metros, lo que ha provocado una mayor entrada de agua a la zona de
refugio en la que se encuentran amarradas las embarcaciones.
El tramo del dique que desapareció con el pasado temporal aún no había
sido reparado ya que en el último mes las malas condiciones del mar no
han permitido actuar, según ha informado la Consejería de Fomento.
Entre las incidencias que se han registrado hoy, destaca el corte al tráfico en la carretera N-632 a la altura del puente de La Portilla sobre el río Nalón,
entre los concejos de Soto del Barco y Muros del Nalón. La acumulación
de material arrastrado por el agua, sobre todo troncos de árboles, tras
las fuertes lluvias de estos días, ha obligado a que, durante la noche,
una grúa trabajase para retirar el material.
La alerta roja por fenómenos costeros seguirá mañana
Ante esta ensalada de inclemencias atmosféricas, los servicios de emergencia del Principado de Asturias recomiendan a la población que extreme
las precauciones y evite acercarse a los acantilados, paseos marítimos y
zonas peligrosas en las que el viento puede provocar caídas. También solicitan que se eviten los desplazamientos por carretera
si no son estrictamente necesarios y que los conductores que tengan que
coger el coche presten especial atención a los obstáculos que puedan
aparecer en la vía a consecuencia del temporal. Los peatones también deben tener precaución ante el peligro de desprendimientos de cornisas u otros materiales que puedan caer desde grandes alturas.
Por otro lado, un argayo producido por la crecida del río Sella a la altura de la localidad parraguesa de Toraño
afectó ayer de madrugada a la estructura de la catenaria de las vías
del tren obligando a cortar el tráfico ferroviario entre las localidades
de Arriondas y Ribadesella al menos hasta mañana, dependiendo de la
evolución de los trabajos de los operarios. Fue alrededor de la una de
la mañana cuando los operarios de mantenimiento del tramo que une
Arriondas con Unquera recibieron la llamada de alerta. El río se
quedó a un metro de Toraño y la fuerza del caudal a su paso por la
localidad dañó de forma importante el suelo sobre el que se sostiene la
catenaria, hasta el punto de que uno de los postes quedó suspendido a escasa distancia del agua.
Ante
este suceso, Renfe decidió cortar inmediatamente el tráfico entre la
capital parraguesa y Ribadesella, si bien la magnitud del argayo aumentó
de forma considerable entre las dos y las siete de la mañana, aunque
este empeoramiento no afectó al resto de postes. Así, la compañía ferroviaria pasó a asumir el transporte por carretera de los pasajeros en el tramo comprendido entre ambas localidades, mientras que el resto de trayectos se sigue realizando con normalidad.
En la villa de Ribadesella, los vecinos vivieron también durante la noche del sábado un aviso de lo que podría estar por llegar. La pleamar se alió con la gran crecida del río Sella e hizo que el agua se desbordase por el paseo de la ría. Sin embargo, en esta ocasión no hubo que lamentar daños en ningún comercio como ocurrió con el temporal de hace unas semanas. "El agua asomó al pueblo, pero no hubo que lamentar daños",
comenta la comerciante Estela Rosete, que a la última hora de ayer,
tomaba medidas para evitar la entrada de agua en su tienda. "La mar ya
está al borde y por si acaso pondré una tabla en la puerta y varios
sacos de arena", comentó Rosete.
Por otra parte, la carretera AS-254 que une los concejos de Caso y Piloña se vio también afectada por un argayo que obligó a cortar el tráfico
en la madrugada del domingo. El desprendimiento, ocurrido a la altura
de El Retorno, cubrió totalmente la calzada impidiendo la circulación de
vehículos. Las labores de retirada de tierra y ramas se prolongaron
durante horas debido al continuo desprendimiento de materiales ladera
abajo, si bien los propios operarios facilitaron la circulación al mismo
tiempo que realizaban su trabajo.
Un corrimiento de
tierra también provocó ayer por la mañana el corte al tráfico de la
carretera que comunica Villaviciosa con Cabranes y Piloña hasta
que los operarios de mantenimiento de la vía limpiaron la zona. Pronto
se restableció el paso, aunque alternativo, pues uno de los carriles
estuvo cortado a lo largo del día. El argayo se produjo en El Carbón,
municipio de Villaviciosa, casi en el límite con el de Cabranes. Aunque
el argayo se achaca a las abundantes lluvias de ayer, hay sospechas de que también pudiera estar relacionado con la reciente tala de árboles, pues modifica las escorrentías.