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domingo, 9 de marzo de 2014

APAGON EN GETXO OBLIGA DESALOJO DE 6 SALAS DE CINE

Casi 3.000 hogares y negocios sufrieron la interrupción del suministro eléctrico a primera hora de la tarde, a consecuencia de un fallo en la red de Iberdrola.
Getxo sufrió ayer un incómodo apagón que se prolongó en algunos puntos de la localidad durante cerca de una hora y media. La zona más afectada por la avería fue el Puerto Deportivo, donde los bares y restaurantes se las vieron y desearon para poder atender a sus clientes sin suministro eléctrico. El cine que está ubicado en la dársena fue quizás el establecimiento más perjudicado. Hubo que anular el primer pase del día y seis salas tuvieron que ser desalojadas, cuando había en su interior más de un centenar de espectadores. Los empleados y acomodadores trabajaron a destajo.
Todo sucedió pocos minutos después de las cuatro y media de la tarde. Un fallo en la red de Iberdrola hizo que 2.900 clientes se quedaran sin energía. La incidencia se focalizó, sobre todo, en Algorta. Cinco minutos después de registrarse el percance, alrededor de 600 abonados recuperaron la normalidad, según aseguró un portavoz de la compañía. Y, una hora más tarde, el 80% de los afectados tenía ya electricidad.
«Comida sin café»
El Puerto Deportivo fue el punto en el que más se tardó en recobrar el fluido. Los técnicos de Iberdrola se vieron obligados a emplearse a fondo en la reparación del transformador ubicado en la cercana calle de Atxekolandeta -justo encima de las galerías de Punta Begoña-. Sobre las 18.00 horas, la incidencia quedó totalmente resuelta, afirmó la misma fuente.
«Ha sido una faena», comentaba el gerente de los cines. «A los clientes les hemos devuelto el dinero o les hemos sellado la entrada para que puedan venir otro día. Se lo han tomado bien porque sabían que no hemos tenido culpa alguna. Han sido razones de fuerza mayor», añadió. En los locales hosteleros el apagón también se dejó sentir. «No hemos podido servir cafés», explicaba un operario del Restaurante Las Parrillas. «Y hemos tenido suerte porque hacía mucho sol y algo de luz natural entraba. Además -continuó- las baterías de los datáfonos estaban cargadas, así que hemos podido cobrar con tarjeta a nuestros clientes, que si no, menudo lío». Una situación similar se vivió hace dos años.