Auxilio. Los afectados fueron trasladados hasta una escuela y a la iglesia del municipio.
En la calle quedaron literalmente cerca
de 25 familias del municipio de Porongo, luego del desborde de la
quebrada Chaupa. El hecho se produjo entre el domingo y la madrugada del
lunes; el agua se llevó todo a su paso y dejó bajo lodo a una veintena
de viviendas que quedaron inhabitables.
Los afectados fueron trasladados en
medio de la lluvia a una unidad educativa de la zona y la iglesia de
esta comuna, en donde recibieron cobijo temporal. Las víctimas exigen la
construcción de defensivos en la zona y la dotación de alimentos.
Corrieron por sus vidas. Estela Vargas aún no sale del asombro, la mujer de 40 años, indicó que ella y su familia se tuvieron que refugiar en una casa vecina de dos pisos.
Corrieron por sus vidas. Estela Vargas aún no sale del asombro, la mujer de 40 años, indicó que ella y su familia se tuvieron que refugiar en una casa vecina de dos pisos.
“Tuvimos que correr por nuestras vidas,
el agua nos llegaba hasta el pecho, escapamos por una barda, gracias a
Dios nos refugiamos en una casa de dos plantas”, señaló la mujer.
Agrega que la riada duró hasta las primeras horas del lunes.
Al regresar a lo que fue su morada, el
único consuelo fue el encontrar a sus tres canes, que milagrosamente
sobrevivieron al desborde, todo quedo bajo el lodo. “No se salvaron ni
los útiles escolares de mis hijos”, dijo.
Sin ropa. Ninfa Rojas y Abraham Vargas son otros afectados, la pareja no pudo salvar ni su vestimenta. “Seguimos con la misma ropa del lunes”, dice la mujer.
Sin ropa. Ninfa Rojas y Abraham Vargas son otros afectados, la pareja no pudo salvar ni su vestimenta. “Seguimos con la misma ropa del lunes”, dice la mujer.
Su esposo no quiere ni hablar de lo
ocurrido; “fue el mayor susto de mi vida, duele acordarse”, relata el
hombre, que ayer estrenó polera, pero su pantalón tenía aún las manchas
del lodo que sepultó su morada.
Sacarías Guerra, agricultor de la zona,
indicó que no es la primera vez que la quebrada rebalsa, sin embargo,
nunca produjo un daño severo.
El hombre cuenta que perdió media hectárea de yuca que estaba a unos días de ser sacada.
"Pedimos que construyan un defensivo.", dijo el hombre.
Mientras estas familias trataban de
recoger lo poco que les quedaba, la actividad por Carnaval siguió a
medias en Porongo. Algunos festejaron en medio de la desgracia.